Presentación

Hasta ahora me habia dedicado a escribir sobre los conciertos a los que acudia. Alguna vez he sentido la necesidad de escribir, casi siempre sobre música, pero sin hacer referencia a ningun concierto, sino simplemente sobre lo que pienso o siento respecto a algunos temas y hoy me he dado cuenta de que lo que tenia que hacer era crear un nuevo blog para estas cuestiones.
Aqui iré dejando caer mis reflexiones, mas o menos serias - intentare que sean poco serias - sobre cualquier tema del que se me ocurra escribir, sea musical o no.

martes, 31 de diciembre de 2013

Thank you for the music, year 2013

Mi 2013...en unas cuantas palabras e imagenes musicales

El año pasado inicié este resumen anual, cual si de un telediario personal se tratase, porque es reconfortante para mí ver así, de un plumazo, el transcurrir de un año en lo musical, que en mi caso es casi como decir en lo personal.
Evidentemente, hay más vida aparte de la música, los conciertos, las composiciones, los ensayos, etc, pero reconozco que, dejando a un lado lo personal y familiar, que también me da las lógicas satisfacciones – el devenir de mí día a día va estrechamente ligado a mis proyectos musicales, y ahora que lo veo en perspectiva, el 2013 ha dado para mucho. Yo mismo me asombro de la cantidad de cosas en las que he estado metido.  Ahí voy:
Café musical en la Habana Cristal, 1 enero 
El año no pudo empezar de mejor forma, porque el mismo 1 de enero nos reunimos varios músicos almerienses, para celebrar el año nuevo, con un café de hermandad. Allí estuve con Dani Piedra, Antonio Gomez, Diego Cruz, Chipo Martinez, Lito Vergara, Javi Dominguez “vecino”, Antonio Diaz y Javier Gomez.
La noche de reyes la celebramos en el recién abierto “Port of Spain”, un lugar con mucho encanto de nuestra capital, y que había estado cerrado varios años, debido al fallecimiento de Christian, su dueño de toda la vida. Con el “Diego Cruz Quartet” nos pasamos por allí un par de veces en el mes de enero, una de ellas…justo el día 5, la noche de más ilusión navideña.
Con Patricia y Antonio Almecija en Candil Radio
De inmediato ya tuve que ponerme con la promoción del inminente concierto que con mi proyecto “La taberna del piano” íbamos a dar en Clasijazz, y que era muy especial. Nos pasamos por varios medios de comunicación, y uno de ellos  fue Candil Radio, con el amigo Antonio Almécija y su “Días de Radio”, que acabaría acogiendo otro nuevo proyecto que contaré más adelante.
Y llegó el día especial, del concierto en Clasijazz, con “La taberna del piano: Homenaje a Billy Joel”. Por muchos motivos:  volver a hacerlo en Almeria  – desde su estreno en el Apolo no habíamos vuelto por la capital -, tocar en esa maravillosa nueva sede de Clasijazz, que es un lujo para cualquier músico, y poder contar con varios amigos músicos de los colaboradores en el disco.
Saludando tras el  fantástico concierto de "La taberna"
en Clasijazz, el 19 de enero
Allí estuvieron, además de la banda con Patricia, Guillermo Morente y Dani Piedra, los fantásticos guitarristas Antonio Gómez y Javi Maresca, el contrabajista Javi Vecino y el batería Curro Domene. Por supuesto, Pepe Jiménez haciendo de barman impecable. Precioso concierto que tengo la suerte de conservar en video, para la posteridad. En el Canal “Youtube” de La taberna podéis ver algunos temas de ese día.
En febrero me di el gustazo de ir a Málaga a ver a uno de mis grupos favoritos, Jethro Tull, que andaban por España promocionando su “Thick as a brick 2”. Como es normal, aluciné con el Sr Anderson y su renovada banda. No pasan los años por él.
Con los "Malas compañias" en el Auditorio
Maestro Padilla, el 1 de marzo
Marzo empezó con lo que ha sido una tónica durante todo este año: una invitación para colaborar con banda con la que no toco habitualmente. En esta ocasión el ofrecimiento era extraordinario: tocar un tema con la banda de Justo Mullor, “Malas compañías”, que hacen desde hace años su fantástico homenaje a Joaquin Sabina. Además, la ocasión era muy especial: un festival a beneficio de la Asociación para la Esclerosis Múltiple. Como es lógico, acepté encantado. Tocar por una buena causa, y con esos grandes músicos y amigos era una oferta que no podía rechazar. El tema elegido, era uno de mis favoritos del repertorio “sabiniano”, la canción “Sin embargo”, haciendo además la intro de la copla “Y sin embargo te quiero” acompañando al piano a Vanesa Cáceres (Aqui puede verse un video). Lo que decía, todo un lujo. Una tarde-noche maravillosa en el Auditorio Maestro Padilla, rodeado de música y músicos por todas partes: Justo y su banda, Antonio Pérez, Diego Cruz, Paco Nieto, Carlos López, Pablo Mazuecos, Javi Domínguez, etc.

Camerinos del Maestro Padilla,
con Sr Villodres, Pablo, Javi,
Carlos, Esteban y Paco
En la Plaza de las Pasiegas (Granada) con
Antonio Alvarez y Carlos Lopez, el
26 de abril 
La primavera llegó, y la estrenamos en Granada, en ese precioso festival llamado “Abril para vivir”, en el marco incomparable – y no hay más que ver la foto para comprender que no exagero nada - de la Plaza de las Pasiegas. Con mis amigos Antonio Álvarez y Carlos López, nada menos. Otro placer.
Y casi sin descansar, porque fue al día siguiente, el amigo Kike Parra presentaba sus temas en el Teatro Apolo, y allí estuvimos echándole un cable, haciendo con él, a piano y voz, un apocalíptico y sentido tema “El ultimo día en la tierra”. Otra invitación, y otro lujo estar allí, con Kike y su banda. En mayo nos dimos una vuelta por el mítico “Zaguan” – que ahora se llama Cerveceria Internacional Z, creo – también con la banda de Antonio Álvarez, en esta ocasión en cuarteto, con Carlos López y con Diego de Haro. El local se lleno de amigos, que nos dieron el calor para otra tarde preciosa con las composiciones de Antonio, y algunas de esas versiones que tanto le gustan.

Hay que sacar tiempo para aprender siempre, y por eso no quise perderme la master-class del gran batería norteamericano Kim Plainfield. La máster fue en el estudio Villalobos, y después dieron un magnífico concierto en el On oFF, con Bill O´Connell, Luca Alemano y Antonio Gómez. Jazz fusión de mucha altura técnica para un simple mortal como yo, pero algo se aprende siempre de estos genios.
Con Kike Parra, en el Teatro Apolo, el 27 de abril
También en mayo hicimos una tentativa de conciertos semanales en la cafetería Bagua, con un trió montado al efecto por un servidor, Antonio Gómez y Javi Vecino. La cosa no cuajó, pero hicimos un par de actuaciones en las que nos lo pasamos genial.


El verano llegaba, y con él las terrazas y la playa. La mejor terraza de Almería, en lo que a lo musical se refiere, hoy por hoy, es La Guajira. Y allí nos fuimos con el cuarteto de Antonio Gomez, en esta ocasión formado por Antonio, Lito Vergara, Joan Masana y un servidor. J

Con Antonio Gomez, Lito Vergara y Joan
Masana, en La Guajira, el 21 de junio
Tocar con Antonio es duro, por la dificultad de sus composiciones y arreglos, pero cuanto más difícil te lo pone, mas satisfacción da interpretarlo. Una gozada tocar con esos músicos. Aquí podéis ver un video de "La tarara", esa noche en "La Guajira". A los pocos días, nos fuimos para el Aku Aku, de Mojacar, en esta ocasión con Bori Albero en el contrabajo, y nuevamente disfrutamos “de lo lindo”. Noches mágicas las del Aku, siempre. Un lugar donde tratan a los músicos…como si fuésemos seres humanos
Todavía dio para más la banda de Antonio, porque a final de julio cambió de sección rítmica y preparamos un concierto con los fantásticos hermanos De Haro, Antonio y Diego, en la terraza del EGO Sport Center. Tocar con estos dos hermanos y amigos, y dar gracias por ser músico, todo es uno. Además de buen hacer y profesionalidad, emanan una alegría que no es normal. Si a eso sumamos el “buen rollo” permanente del amigo Antonio Gómez, os podéis imaginar cómo nos lo pasamos esa noche.
Con Diego de Haro, Antonio Gomez y Antonio De Haro,
en la terraza del EGO, el 19 de julio.
Pero el mes de julio todavía me iba a traer otra agradable sorpresa. Una llamada de Javi Domínguez, solicitándome una colaboración para tocar una noche en Clasijazz haciendo, en principio, un repertorio de “standards” sencillos, desembocó en un nuevo proyecto: “Cross life collective”. En lugar de irnos a lo fácil, empezamos a proponer temas interesantes e incluso composiciones propias. Conclusión, lo que empezó siendo una reunión de una noche, se transformó en el CLC, con Carlos López en la guitarra, Javi Dominguez en el bajo eléctrico, Eduardo Mortensen en la batería, y un servidor en las teclas. Hasta la fecha, además de nuestro debut en Clasijazz, pasamos por La Guajira en septiembre y por  la Cafetería Alhambra de El Ejido en octubre. Y ahí seguimos, buscando bolos para el

Con Antonio Gomez, Bori Albero y Lito Vergara, en el
Aku Aku de Mojacar, el 6 de julio.
2014 y aportando nuevas composiciones.
Durante todo el año, por supuesto, he dedicado también mucho tiempo y esfuerzo a la preparación de las maquetas de lo que será mi nuevo proyecto en el 2014: La taberna del piano, Homenaje a Paul McCartney. Entraremos en breve en el estudio, en enero, pero ya está todo maquetado, y la mayoría de las colaboraciones grabadas. Ha sido un placer ir coordinándolo todo con los amigos que han querido colaborar, y desde luego me siento un hombre con suerte cuando veo los nombres de los que han puesto “su granito de arena” en mi proyecto: Paco Rivas (guitarra), Pepe Viciana (saxo y clarinete), Miguel Tercedor (coros), Dick Them (contrabajo), Sergio Albacete (clarinete), Patricia Rodríguez (voz), Antonio Pérez (voz), José Vélez (violin), Antonio Ximenez (trompeta) y Carlos López(guitarra). Falta Alejandro Lopez “pepino”, que grabará un cajón en el mismo estudio, en Granada, donde contaré con la voz principal de Antonio Álvarez, el maestro Guillermo Morente en el contrabajo y el genial batería Dani Dominguez. La nota triste, muy triste, ha sido la desaparición de nuestro querido Larry Martin, que iba precisamente a ser el batería en la grabación, y que falleció el pasado mes de noviembre. Lo tendremos en mente durante la grabación, porque seguro que nos inspirará y, por supuesto, este trabajo estará dedicado a él.
Logo publicitario de "La taberna musical",
en Candil Radio, todos los viernes
El verano se acababa, y justo a final de agosto, aún con todo el intenso calor cayendo sobre nuestra capital, recibí una llamada muy refrescante. Antonio Almecija, de Candil Radio me hacia una propuesta fantástica: la posibilidad de tener una sección semanal en su programa Días de Radio, para hablar de lo que más me gusta: de música. Libertad total para elegir los temas de los que hablar y las canciones que poner. Desde siempre tuve la ilusión de poder hacer radio, y ahí estaba Antonio, poniéndomelo en bandeja. Acepté, claro. Soy un hombre fácil. Y nació “La taberna musical”, donde una vez por semana me llevo músicas de lo más variopinto, y charlo con Antonio sobre ellas, centrándome en lo mas anecdotico y personal que esos discos me sugieren. Y también, en ocasiones, con invitados, amigos músicos que se han prestado a colaborar conmigo en la sección. Por ahora han pasado por allí Antonio Álvarez, Jose Granados, Antonio de Haro y Carlos López. Todos ellos repetirán, y seguro que vendrán más. Estoy encantado en Candil Radio. De lo mejor que me ha pasado este año, y mirad que ha sido bueno en general. (Aqui pueden escucharse los programas emitidos hasta ahora)
Con Cesar Maldonado, en Clasijazz el 3 de octubre
En octubre tuve un mes bastante movidito también, que se inicio con la invitación por parte del cantautor Cesar Maldonado a colaborar con él en su actuación en Clasijazz, que inauguraba un ciclo de cantautores. La canción elegida fue, lógicamente, “Donde miras tu”, tema que también he tenido el placer de grabar con él para su disco recién estrenado llamado “El Zaguan”. Menuda voz y menudo talento el de Cesar. Otro crack que tenemos en la tierra.

Pero lo que más tiempo me ocupó en el mes décimo fue, sin duda, la preparación, ensayos y grabación del disco con Hermi Callejon. Otra gran experiencia, porque compartir esos ratos con Carlos López – guitarrista y arreglista del disco – Jesús Valero en el bajo, Alejandro López “pepino” y con la propia Hermi, fue todo un placer. 
En los estudios Trigger Sound, de El Ejido, grabando
el disco de Hermi Callejon (octubre 2013).
El resultado, un estupendo EP de seis temas, del que ya se ha estrenado uno,” Insomnio”, composición precisamente de Cesar Maldonado, y estamos a la espera del estreno del disco completo, que seguramente se producirá a principios del 2014.
Otro de los proyectos que he ido realizando poco a poco durante todo el año fue uno que me hacia especial ilusión: la composición de la banda sonora para un cortometraje. Los amigos Pepe Jiménez y Pepe Rodríguez, o lo que es lo mismo “Pepes Films”, me lanzaron ese reto y claro, como uno está un poco “ido de la olla”, no tardé ni un minuto en aceptar. Y no me arrepiento. Justo en octubre se estrenó, en el auditorio del Museo Arqueológico de Almería, “El único mapa del mundo”, y reconozco que fue una preciosa experiencia estar ahí, a oscuras, viendo ese corto y escuchando mis propias composiciones acompañando a las imágenes. Estos grandes cineastas ahora me devuelven el favor, y los tengo
Con todo el elenco del cortometraje
"El unico mapa del mundo" el dia de su estreno,
el 25 de octubre
“enfangados” en la realización de un video clip para mi proyecto de McCartney. Hace poco se rodaron las primeras escenas, y esperamos iniciar el año grabando el resto.
Noviembre llegó, con el fresquito, y Antonio Álvarez decidió volver a juntar a su banda e, incluso, ponerle nombre. Los “Fellow Travellers” pasamos a llamarnos, con Carlos López, Diego de Haro y la nueva incorporación de Javi Domínguez, sustituyendo a Antonio de Haro, que el pobre anda muy ocupado con sus giras con Pablo Alboran.
También noviembre me deparó otra de esas ocasiones especiales: presentación de algunos temas del nuevo trabajo de Hermi Callejon, en el festival de jazz de Almería, y con la Banda Municipal acompañándonos. Otro lujo.
Con Antonio Alvarez y los Fellow Travellers,
en Clasijazz el 7 de noviembre
Pero, cuando parecía que ya diciembre iba a ser tranquilito, y dedicado a ultimar la grabación del proyecto “maccartniano”, me llegó una llamada de cantante y amigo David Sánchez de Amo. Su petición: colaborar con un festival muy especial llamado “Bandas sonoras sin barreras”, organizado por la asociación para ayuda a la discapacidad “Verdiblanca”. ¿Qué iba a decir? Pues que sí. La propuesta inicial, tocar el tema “Vete” de los Amaya, versión Marlango, tal y como aparecía en la película “Malas temporadas” de Martin Cuenca. En la voz, Chelo García. Pero nos faltaba un trompetista. Recordé la total disposición de Antonio Ximenez, fantástico trompetista madrileño que ha recalado por Almería, cuando le propuse colaborar en un tema mi “La taberna mccartniana”, y le pedimos su colaboración para este evento. Su respuesta  fue también inmediata. Para completar la noche de milagros musicales, pude también tocar en los temas “Strawberry fields forever” y “Boogie Wonderland”, junto a la
Con Chelo Garcia y Antonio Ximenez, en el Auditorio
Mastro Padilla, el  1 de diciembre
banda APOL, Carlene Graham y la Orquesta Joven de Almeria, bajo la batuta de Michael Thomas. Este fantástico director - con quien tuve la ocasión de estar un mes antes, entregándole la maqueta de proyecto de McCartney,  ya que es sabida su amistad y colaboración con Paul años atrás – es todo un pozo de sabiduría musical, y para mí fue muy especial compartir escenario con él, y con toda la orquesta joven, por supuesto. Ahí estaba, como violinista destacado, Darío Rodríguez, que también colaboró en la banda sonora del corto “El único mapa del mundo”, y que va a dar mucho que hablar en el futuro.
Mucha música, muchas emociones, muchos amigos. Es lo maravilloso de esto, que no solo está el placer de tocar, sino de compartir la música y momentos con los demás.

Con el maestro Luis Prado (Sr. Mostaza), en
el homenaje a Beatles, el 27 de diciembre
Y, así acabé el año, compartiendo con muchos amigos una de mis pasiones: “la beatlemania”. El pasado 27 de diciembre nos volvimos a reunir en el Gran Hotel Almería para deleitarnos una vez más con la música de los Beatles. Allí estuvieron Paco Rivas y Diego Cruz, los Budokan Beats (con mi amigo Antonio Pérez, el Lennon rubio almeriense), Los Beatles Connection (con Chipo, Antonio, Mateo y Diego), Antonio Álvarez y, muy especial este año, un grandísimo músico llamado Luis Prado, líder de la banda Señor Mostaza, que nos dejó con boquiabiertos con su exquisito repertorio, su gran habilidad como teclista y su magnífica voz.
Re-leo todo, para evitar las faltas ortográficas, y no me puedo creer que me haya dado tiempo a hacer tantas cosas diferentes este año. Los telediarios hablan de crisis y mucha gente lo está pasando mal y no bromearé con eso, desde luego. Ojalá se vayan arreglando las cosas. Pero reconozco que yo no puedo quejarme. Quizás no nade en la abundancia, en lo que a económico se refiere, pero si en cuanto a vivencias, y eso es lo que nos vamos a llevar de aquí.

Así que, a riesgo de repetirme, ¡¡¡ gracias por la música…año 2013 ¡!!. Que el 2014- en el que ya tengo nuevos proyectos en mente, que contaré en su momento -  sea, como mínimo, parecido a este.

domingo, 22 de diciembre de 2013

La felicidad es...la música de Los Beatles

Juan & John: El profesor y Lennon en Almería para siempre

No hace mucho que salía de un cine que tengo frente a casa satisfecho por ver plasmada en imágenes esa pequeña-gran historia de  Juan Carrión, el profesor que vino a Almería en busca de John Lennon, con el sencillo propósito de que este le aclarase ciertas dudas que tenía en las letras de algunas de sus canciones, que eran usadas por el profesor para ayudar a sus alumnos a meterse más de lleno en el idioma de Shakespeare. Ya sabía yo, por referencias, que la historia llevada al cine por David Trueba no era totalmente fiel a la historia original, y con esa premisa entre a verla. Me gustó, no obstante, y creo que merece la pena verla.
Pero hoy la cosa cambia, porque hace unos minutos que acabo de cerrar el libro escrito por el periodista almeriense Javier Adolfo Iglesias, titulado “Juan & John”, y contenida en esas páginas sí que está la verdadera historia de la aventura de Juan Carrión. Pero no solo eso. El libro es mucho mas, es un libro imprescindible para todo “beatlemano”.
Si hay un adjetivo que pueda aplicarse a Adolfo Iglesias ese podría ser infatigable. Desde hace más de una década se ha dedicado a investigar con rigor y minuciosidad todas las historias relacionadas con el paso de Lennon por Almería. El descubrimiento de la casa donde el “beatle” estuvo alojado, la casa Romero-Balmas o Santa Isabel, le llevó a fundar la asociación “Lennon Almeria Forever”, y desde ella a fomentar todo tipo de actividades relacionadas con el mundo beatle en nuestra ciudad, desde los festivales anuales – con conciertos memorables y asistencia de fantásticos grupos de versiones – , la organización del primer curso universitario sobre los Beatles en España, la colocación de una estatua de Lennon en nuestra ciudad o a la conservación y restauración de dicha casa, convertida hoy en día en el “Museo del Cine de Almería”.  Vistos ahora, en perspectiva, da una idea de la gran influencia que ha tenido en la cultura de esta ciudad el empeño y el trabajo de este periodista “beatlemano”. El hecho de que  el actual alcalde de esta ciudad, durante la inauguración de la Casa Museo del Cine – acto al que asistí, y participé como músico – se olvidase de citarlo entre los agradecimientos, da una idea de lo injustas que son las cosas en ocasiones, y de “como se las gastan” los políticos. Aún así, todos sabemos a quién debemos el contar con ese centro cultural ahora en nuestra ciudad.
Carmen, mi mujer, con Belen - la mujer del guitarrista
Antonio Gomez, con el profesor Juan Carrion, en
la inauguración de la Casa Museo del Cine de Almería,
el 15 de enero de 2011

Y es que, los que somos apasionados de la música de estos cuatro de Liverpool conocemos de sobra a Adolfo, por su incansable actividad. Aunque si tuviese que quedarme con una imagen suya sería la de verlo sonriendo repartiendo gominolas de fresa a la entrada de los festivales Beatles: “Fresas forever”. También lo podemos ver siempre presentando a las bandas en dichos festivales, emocionado con su cámara de fotos, intentando inmortalizar cada momento, o con sus artículos en la prensa local. Pero tras esa imagen pública, siempre ha habido un serio periodista de investigación que lleva muchos años recopilando la información que por fin le ha llevado a publicar esta pequeña joya de la historia “beatle” y de Almería.
Soy aficionado a la historia, me gusta leer libros históricos desde siempre, pero a veces reconozco que me apasiona más la intrahistoria, las pequeñas anécdotas que atañen a personas normales, aunque encuadradas un contexto histórico de más importancia. Y este libro está lleno de eso, de mini-historias, de recuerdos de taxistas que llevaron a Lennon a alguna parte, de médicos que lo trataron un día de “vaya usted a saber que dolencia”, de niños que se lo encontraron por la playa o que le pidieron un autógrafo en un disco, de la chica que le ordenaba la habitación. Gentes normales y humildes que, hasta que Adolfo Iglesias con paciencia comenzó a sonsacar y refrescar su memoria, no fueron conscientes de que habían estado tratando “de tu a tu” con uno de los grandes genios de la historia de la música moderna.
Pequeñas historias de la pandillas de chicos de la Almería de esa época, del año 66, todavía muy aislada, muy atrasada respecto incluso al resto de España, pero donde ya había jóvenes con inquietudes y con ilusiones, y que conocían lo que los Beatles estaban haciendo. El retrato de una generación, muchos de los cuales siguen con nosotros – otros, lamentablemente no – como Chipo Martinez, gran músico de la tierra, que pudo vivir en primera persona alguna de las anécdotas contadas en el libro.
Todo ello encuadrado en una época en la que Almería vivía sus años dorados del cine, con los rodajes no hacía mucho de grandes producciones como Lawrence de Arabia, y muchos de los “spaguetti-western” más famosos. Quizás por eso, los almerienses de esa época estaban bastante acostumbrados a tratar con esos “raros extranjeros de las películas”, y quizás por eso no prestaron mayor atención que otros a ese “melenudo” que se movía por la ciudad en su Rolls Royce.
09-09-2011, con la banda "Beatles Fan" en una fiesta Beatle en Santa Isabel.
Esa noche interpretamos allí "Strawberry fields forever", justo donde
Lennon la compuso.
Pero el libro tiene más, contiene muchos recuerdos personales del autor, que se desnuda literariamente ante el lector, contando algunas de sus vivencias personales y conectándolas con el universo “beatle”. Esas cosas de las que todos los aficionados nos acordamos, como “¿Qué hacía yo cuando me enteré de la muerte de Lennon?”, “¿cuál fue el primer disco Beatle que escuchamos?”,” ¿con quién estabamos?”,” ¿somos más Lennonianos o mas McCartnianos?”.  Incluso cuestiones mucho más dolorosas y personales, como la pérdida de su madre a una edad temprana, experiencia que comparte con los dos Beatles más famosos, John y Paul.
Evidentemente, el gran protagonista del libro es Juan Carrión, al que dedica muchas de sus páginas, no limitándose a la anécdota de su viaje a Almería, sino trazando un semblante de su persona, sus vivencias, sus viajes, su academia en Cartagena, su amor por la enseñanza y por sus alumnos, poniendo de manifiesto la importancia de la labor de tantos profesores anónimos, grandes profesionales que con su dedicación y esfuerzo, nos han ayudado a ser mejores. Hoy en día, que tan denostada esta la profesión, y que tan poco respeto se le tiene al profesor, es de agradecer que se rompan lanzas por los buenos educadores.
Por supuesto, tampoco se olvida en el libro de otro de los retos que se planteó hace mucho tiempo: investigar sobre los motivos que llevaron a Lennon a componer precisamente en nuestra tierra esa fantástica canción llamada “Strawberry fields forever”. Hay muchas teorías, pero Adolfo tiene la ventaja sobre otros investigadores de haber podido estudiar “sobre el terreno” las posibles causas que llevaron a John a componer esa famosa canción precisamente en estos desérticos parajes. Si quieres conocerla, tendrás que leer el libro, claro.
Todo eso y mucho mas se puede encontrar en las páginas de “Juan & John”, recuerdos, investigación, anécdotas, personas y personajes, y bastantes fotografías, algunas de ellas inéditas, tanto de la época, como de eventos más actuales relacionados con la historia.
Hace unos días recién comprado el libro, y hojeándolo en la oficina en plan rápido, una compañera, conocedora de mi pasión “beatlemana”,  me preguntó “¿Sales tu en el libro?”, a lo que inmediatamente contesté “No, no lo creo”. Pero un minuto después descubrí , con sorpresa,  que en una de las fotos a color de la parte central del libro estaba yo, con la banda “Beatles Fan”,  el 9 de septiembre de 2011, la noche en que interpretamos allí mismo, en Santa Isabel, justo en el lugar donde fue compuesta, la canción “Strawberry Fields forever”. Reconozco que, como beatlemano empedernido, me hace una gran ilusión formar parte, aunque sea de una forma tan tangencial, de la historia “beatle”.
18-7-2006, en el curso de la UAL sobre los Beatles. Cynthia Lennon
charlando con el profesor Juan Carrion. Adolfo Iglesias de espaldas.


En definitiva, no tengo más remedio que recomendar este fantástico libro. Podría parecer que mi cercanía y amistad con el autor me influencian, pero estoy seguro de que no, que diría lo mismo si hubiese sido escrito por un australiano, o por un belga. Lo que si reconozco es que el libro toca mi fibra sensible, al poner en conexión precisamente a mi ciudad con el mundo “beatle”, ese mundo que a los que lo conocemos y lo amamos nos da tantas satisfacciones y buenos ratos. Me viene a la memoria un álbum que compró mi padre cuando yo tenía 7 u 8 años, a través del Selecciones de Readers Digest: “La felicidad es” se llamaba, y dentro de una caja contenía  10 LP´s, cada uno con la funda de un color – algo muy atractivo para un niño de esa edad- , y en el que distintas orquestas versionaban temas de lo más variopinto. Mi infancia musical está muy ligada a ese álbum y muchas melodías famosas fueron escuchadas por mi por primera vez en esos surcos. Pues bien, uno de esos discos tenía un título que, hoy por hoy, sigue emocionándome, por la verdad que contiene: “La felicidad es…un éxito de Los Beatles”

sábado, 30 de noviembre de 2013

One day i´ll fly away, Larry


Hay ocasiones en las que conectas con las personas y las razones son desconocidas. Y uno no suele pensarlo detenidamente hasta que un día esa persona, de repente, desaparece. Y esa conexión no tiene nada que ver con la cercanía, ni con la asiduidad con la que coincidas con esa persona. Si hay conexión, esa simplemente esta ahí...en el aire y se mantiene. Hace ya unos años Larry Martin me dijo un día, chateando
En febrero de 2007, en los camerinos del desaparecido
Calle 54, tras ir a ver una actuación de su banda, con
Enrique, Chipo Martinez, Diego Cruz y algunos amigos mas.
por internet, "Ramón, lástima que estemos tan lejos, porque si vivieses en Madrid seguro que haríamos muchas cosas juntos". Que un músico del calibre de Larry te diga eso, ya de por si tiene un valor incalculable. Y ese día pensé que esa distancia, a veces tan insalvable, que hay entre mi aún aislada Almería y la cosmopolita Madrid, no iba a ser óbice para coincidir en algún proyecto con él. Y ese momento había llegado, pues hace unos meses, tras enviarle unas maquetas y escucharlas, el bueno de Larry me dijo que sí, que le apetecía mucho bajarse a Granada unos días y grabar con nosotros. Esa batería ahora tendrá que ser tocada por otro gran músico pero, de alguna forma, Larry estará ahí. Muchos quizás no sabréis de quien hablo, porque el mundo del jazz - al contrario de otras músicas - tiene estas paradojas. Puedes estar hablando de alguien de una gran trayectoria y nivel, y la inmensa mayoría de la gente no lo conocerá. Hacer ahora historia parece obligatorio, aunque no debería ser necesario. Todo el mundo debería haber disfrutado de este gran músico, que se inició en bandas como Canarios, o aquellos "Guadalquivir" del rock andaluz.
En agosto de 2008, con Lito Vergara y Trini, en la casa
de Chipo Martinez
Después de tocar con media España, en los últimos años formo su propia banda, la "Larry Martin Band", donde emulando al legendario Art Blakey, con sus Jazz Messenguers, fue dando oportunidades a grandes músicos que se han formado en sus filas, para luego emprender otros proyectos mas personales, como Moisés Sánchez o Yoio Cuesta. Otros han permanecido junto a él desde el principio de la banda, como Enrique y Richie, sus compinches de la LMB, que imagino estarán destrozados en estos momentos. La casualidad hizo que coincidiésemos en muchas ocasiones, y que tuviese la enorme suerte de poder compartir escenario con él en algunas. Todavía recuerdo la tarde en la que llegamos al San Juan Evangelista, el "Johnny" y observé que en el asiento de su coche tenía un libro sobre la vida de Bill Evans. En la prueba de sonido le comenté que era mi pianista favorito, y nuevamente surgió la conexión, porque me confesó que para el también. Fue uno de los primeros en apoyar mi proyecto de La taberna del piano ofreciéndose, tras escuchar las primeras maquetas, a colaborar como batería si lo hacíamos por Madrid. No pudo ser, pero nuevamente pensé "ya habrá más ocasiones", sin saber cuan errado estaba. En los últimos años nuestro contacto fue más telefónico y cibernético, y tras una racha en la que no lo veía nunca conectado, me enteré de su enfermedad.
Agosto de 2008, menudo placer tocar con Richie, Larry y Yoio.
Tremendo recuerdo de esa fiesta veraniega en la
casa de Chipo Martinez. Muchos músicos por metro cuadrado.
En un primer envite, salió adelante, y mi alegría fue inmensa cuando me dijo que reiniciaba los conciertos, y vi las primeras fotos en el "Populart", de nuevo con su banda, disfrutando de lo que más le gustaba, la música. Justo ahí empezamos a planear la grabación, porque en ese momento se le notaban unas tremendas ganas de tocar y de vivir - para un músico ambos términos son idénticos. Todo ha ido muy rápido, sobre todo para los que estábamos lejos, porque supongo que para su familia y sus amigos más cercanos, ver como se iban agotando las posibilidades habrá sido muy triste y tortuoso. Cuando esta mañana me han comunicado su desaparición, aunque estaba al tanto de su crítico estado en las últimas semanas, no terminaba de creerlo. Tiempos modernos estos en los que el tradicional libro de condolencias ha sido sustituido por el muro de Facebook, pero quizás a la manera tradicional no habría podido verse cuanto cariño hay repartido por España hacia este amigo.
Diciembre, de 2008, en los camerinos del Johnny, en uno
de los dias mas especiales de mi vida musical. Alli estaba Larry,
con Diego, Chipo, Ruben, Paco y Jorge.
Raro es el músico de jazz, de rock o de pop, que no había oído hablar de Larry, o que no se había cruzado con él en algún momento. Y raro será que alguien no tenga algún buen recuerdo de ese encuentro. En mi caso, por supuesto siempre fueron buenos, y siempre aprendí y disfruté, tocando con el - desgraciadamente, pocas veces - o simplemente charlando. Mi pequeño granito de arena lo pongo aquí, en mi blog, por si puede leerlo allá donde esté, o sencillamente para dejar constancia de mi tremendo cariño y admiración por él. Algún día nos reencontraremos..y volveremos a tocar juntos... One day I´ll fly away, amigo Larry.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Con los ojos muy abiertos: La historia de Juan Carrion

Mis impresiones sobre "Vivir es fácil con los ojos cerrados", la nueva película de David Trueba.  

Hace ya bastantes años mi amigo Chipo Martínez me contó algunas historias vividas en primera persona, sobre sus recuerdos de la estancia de John Lennon en mi ciudad, Almería, allá por el año 1966. Curioso momento el que eligió Lennon para aterrizar en mi tierra, porque coincidió con otro hecho importante para mí en esas fechas: mi propio nacimiento, en agosto de ese año. Quizás por esa circunstancia no pude acompañar a mi amigo Chipo – que en esa época era ya todo un mozalbete, admirador de los Beatles y amante de la música, pasión que hasta la fecha no ha abandonado – a fisgonear por entre los muros del hostal donde se alojaba, en el barrio de El Zapillo, junto a las playas de la capital, ni pude estar junto a él cuando “espiaba” una conversación telefónica entre Lennon y, posiblemente, Brian Epstein, intentando no hacer ruido en el auricular, para no buscar problemas a su amiga telefonista.

Esas pequeñas historias me gustan, lo reconozco, y disfruto escuchándolas contar a los protagonistas, sobre todo si para ellos han sido importantes y han marcado un poco su vida. La felicidad – y la vida, diría yo - se va conformando con esas hazañas personales y las de mi amigo Chipo darían – y espero que así sea – para varios libros.

Encuentro del profesor Juan Carrión - el protagonista real de "Vivir
es facil" - con Cynthia Lennon, en el Curso UAL The Beatles
realizado en Almería en julio de 2006
Por eso cuando hace unos años, durante un curso de verano de la Universidad de Almería, quedé fascinado cuando pude escuchar directamente de boca del protagonista su historia, la historia de Juan Carrión, el profesor de inglés de Cartagena, cuyo método para enseñar a sus alumnos se basaba en usar las letras de las canciones de los Beatles, y que se embarcó en su pequeña aventura para localizar a Lennon en Almería. Su objetivo: pedirle que rellenase los huecos en las letras de las canciones Beatle que el anotaba en su cuaderno pacientemente, escuchando las canciones por Radio Luxemburgo y rogarle que en el futuro incluyese las letras en los discos. La aventura daba para mucho y la persona de Juan Carrión también, ya bastante mayor en ese 2006, pero con una simpatía y vitalidad que daba sana envidia a todos los “beatlemanos” que allí nos dimos cita. En mi vida también ha habido curiosas anécdotas relacionadas con el mundo “beatle”, como la de la noche en que Noel Charles, el último marido de Cynthia Lennon - fallecido recientemente, por cierto - acudió a una actuación del cuarteto de jazz en el que yo tocaba, y nos preguntó, a través de su intérprete, que cantidad queríamos cobrar por seguir tocando un rato mas para él. O el hecho de haber tenido el privilegio de tocar, con la banda “Beatles Fan” en el año 2011, la canción “Strawberry fields forever” en el Museo del Cine, antigua finca Santa Isabel, precisamente el mismo lugar donde Lennon la compuso. Son pequeñas historias que para el resto del mundo pueden no tener importancia, pero que a los “beatlemanos” nos dan ratitos de satisfacción.

Así que cuando llego a mis oídos que la historia de Juan Carrión, que tan hábilmente y con tanto tesón había descubierto y difundido en la prensa local – y nacional después - el periodista Adolfo Iglesias, iba a ser llevada al cine por David Trueba, pensé que por nada del mundo me iba a perder yo esa película en cuanto estuviese en los cines. Y ese día llegó ayer. No escribo aquí para hacer una crítica sesuda de la película. Yo no entiendo tanto de cine, ni me suele gustar hacer críticas, sino crónicas de lo que me acontece, que para eso tengo este blog. Por eso no voy a entrar en esas valoraciones, sino contar mis sensaciones. Y la sensación principal fue la de la familiaridad. La película me transmitió, por desarrollarse casi todo su metraje en mi ciudad, en mi provincia, en Almería, un sentimiento de afinidad, de cercanía, de encontrar muchas coincidencias entre lo que se veía, y algunos recuerdos de mi infancia.
Concierto con mi banda "Beatles Fan" el 9-9-2011, en el Museo del Cine
de Almeria, en la finca Santa Isabel, donde Lennon compuso
"Strawberry fields forever", durante su estancia en Almería.
Abajo, a la derecha, el periodista Adolfo Iglesias

Puede que algunos digan que se exagera un poco el ambiente de esa Almería provinciana y atrasada, oscura en ocasiones, pese a su eterna luminosidad. Yo creo honestamente que no está tan lejos de la realidad de esa época, de la que pillé algún coletazo. Quizás esa pobreza y esa incultura que se deja ver en algunos personajes no estuviese muy presente en la capital, pero si en los pueblos de la provincia. Tengo muchas películas familiares en Super-8 de épocas muy cercanas en el tiempo, donde se pueden observar personas con aspectos muy similares a las de los personajes de la película. La forma de hablar, a la que mi mujer denomina jocosamente “almeriano”, que nada tiene que ver con los acentos gaditanos, sevillanos o malagueños, está bastante bien conseguida con algunos de los personajes secundarios. De hecho, todavía hoy en día hay zonas en Almería donde hasta a mi me cuesta entender a algunos paisanos.

Me parece lógico que el cineasta haya tenido que permitirse algunas licencias, e inventarse algunas sub-tramas, porque aún siendo la historia principal del profesor en busca del beatle apasionante por sí misma, posiblemente no daba para todo un largometraje. Los personajes de la chica embarazada y el joven que escapa de casa complementan la historia principal, y para mi gusto no le hacen perder fuerza, sino muy al contrario. De hecho, creo que si al salir del cine a cualquier le pregunta de qué va la película, raro sería que la contestación no fuese “de un profesor de ingles que quiere conocer a John Lennon”. Lo otro es auxiliar, pero ayuda a construir una historia algo más compleja.
Un acierto me parece también la banda sonora, las guitarras de Pat Metheny y el contrabajo de Charlie Haden encajan perfectamente con los paisajes desérticos, con esas carreteras por las que yo mismo he circulado cientos de veces, en el Seat 850 de mi padre, de diferente color que el de la película, pero que me resulta tan familiar como el nuestro.

Curioso también ha sido para mi ver las escenas rodadas en el Teatro Cervantes, que tantas veces he visitado como espectador, para ver cine o conciertos, - antes se usaba mucho para los espectáculos musicales – y en alguna ocasión hasta he pisado su escenario como músico. Sus pasillos, con esas moquetas rojas, que me parece estar oliendo, me traen muchos recuerdos, y siempre buenos, así que me agradó verlo inmortalizado en esta película. La película en sí tampoco creo que tenga grandes pretensiones: es ligera, y se deja ver con tranquilidad, sin sobresaltos. Javier Cámara es un actor que siempre me ha caído bien. No sé si es bueno o malo, pero a mí me transmite algo, y creo que entiende muy bien el personaje al que representa: alguien un poco fuera de época , no muy conforme con esa España en la que le tocó vivir, pero sin llegar a ser un revolucionario. Un tipo normal, buena gente. También que me gusta mucho el trabajo de Ramon Fontseré (conocido por ser un veterano miembro de Els Joglars), como ese camarero catalán perdido en un bar de la costa almeriense. Y me ha gustado sobre todo el poco abuso de lo melodramático, aún bordeándolo en ocasiones. No hablamos de esa típica película que intenta hacerte llorar a toda costa. Al contrario, en más de una ocasión te hace sonreír, y eso no es poca cosa en los tiempos que corren.

En definitiva, siempre es de agradecer que alguien cuente bonitas historias en el cine, y que no todo sean grandes producciones con espectaculares efectos especiales. Esta era una de esas historias que merecen ser contadas, y Trueba lo ha hecho lo mejor que ha podido o sabido. Por cierto, todo esta larga introducción era solo para decir sencillamente que la recomiendo. Eso si, id a verla con los ojos muy abiertos.

martes, 2 de julio de 2013

Nos gusta hacer leña: Una de futbol

Anda el personal revuelto estos días, con lo de la debacle de "La Roja". No soy yo muy aficionado a esto del balompié, y desde luego no me echo a la calle ante cualquier victoria, sea de quien sea, ni vocifero encrespadamente ante las derrotas del "equipo de mis amores" – que por cierto, no lo tengo. Eso sí, reconozco que en estos últimos años he disfrutado viendo algunos partidos de nuestra selección, sobre todo porque que por fin, tras muchos años (¿muchos años? no...todos los años de mi vida) habíamos dejado de ser ese país extraño cuyo deporte rey era precisamente la actividad deportiva donde menos éxitos obtenían - y mira que nunca lográbamos éxitos en ninguna disciplina deportiva, hasta hace bien poco.
El santo...
que ya no lo es tanto

Éramos unos "parias" del fútbol, señores, para que vamos a engañarnos. Los eternos perdedores en todos los mundiales, eurocopas y resto de competiciones de cierta importancia mundial. He crecido viéndonos volver cabizbajos de los mundiales, eliminados en la primera fase, o en octavos como mucho. Nuestro mayor éxito creo que fueron unos cuartos de final...y volvimos a pinchar. Así transcurrió mi infancia, mi adolescencia y entré en mi edad adulta. Menos mal que normalmente me ha importado "un higo seco", y nunca he tenido principio de úlcera por un tema tan baladí como que un balón entre o no entre en una portería.
Pero hete aquí que de repente se alinean los planetas y nuestra selección va y se pone en órbita. Ganamos eurocopa-mundial-eurocopa. ¡¡¡ Ahí, con dos cojones !!!. Tenemos un portero al que el populacho eleva a los altares, un seleccionador al que nos falta poco para canonizar y un elenco de jugadores en el que todas las madres de España ven reflejadas las virtudes que ellas quisieran para sus hijos.
Pero el buen rollo, el compañerismo, el juego fresco...y todo eso que la prensa lleva destacando durante ya 4 o 5 años, de repente, se ha visto ensombrecido en 90 minutos. ¿Que ha pasado?

El mister siempre es el culpable
Hace unas semanas descubrí una competición de la que no tenía la más leve idea de su existencia – ya he dicho antes que no soy muy aficionado, será por eso - : “noseque” Copa de las confederaciones. La copa federación ...¿no era la Copa Davis de Tenis femenina? Pos se ve que no. Es una cosa futbolera, y debe tener un prestigio de “la repera”, por el coñazo que nos han estado dando en la tele y la prensa. Y ahí estábamos otra vez con la roja, dando caña. Pero amigos, lo curioso del ser humano (porque no voy a ceñirme a este país...ya que para mí que el ser humano tiende a ser igual de gilipollas nazca donde nazca) es la facilidad que tiene para adorar algo o alguien y acto seguido odiarlo a muerte.

El verdugo
Pues este es un buen ejemplo: nuestra selección ha vuelto a llegar a la final - algo que ni hubiésemos soñado hace 6 o 7 años - y ha jugado contra Brasil, en su país y en un estadio mítico, con cientos de miles de almas cariocas que son capaces de matar por su selección. Y hemos perdido. Oh, algo falla...¡¡¡ tierra llamando a Del Bosque!!!!. ¿Qué ha pasado? Como ha podido suceder algo así?. ¿Nosotros?, ¿nuestra roja?, ¿la armada invencible?, El Santo, Superman, Spiderman, el Capitan Trueno, el Jabato y el resto del equipo de super-heroes...ya, de repente, no lo son. Rápidamente, por perder una final de un campeonato extraño - inventado supongo para saciar el hambre de futbol del populacho entre mundiales - ya escuchaba ayer en muchas cadenas todo tipo de análisis, cuestionando nuestro juego, al ya no tan canonizable Del Bosque, al ya no tan santo Iker, etc. Esto funciona así, en general, pero en actividades tan primitivas como ciertos deportes...se multiplica por 1000. El ser humano nunca dejará de asombrarme. Pues, que queréis que os diga, a mi me sigue pareciendo que juegan bien...pero como dice el mejor filosofo del siglo XX, Chiquito de la Calazada: "una mala tarde la tiene cualquiera".

viernes, 25 de enero de 2013

Aqualung, my friend


Aqualung, my friend

Lo que da de sí leer “Jethro Tull y el faro de Aqualung”, el nuevo libro de Vicente Álvarez.

El libro de Vicente Alvarez. Recomendable para
cualquier fan de la banda.
Y para los que aún no lo son, también.
Todos tenemos nuestro pasado, ese al que nos aferramos "como gato panza arriba" cada vez que la nostalgia nos invade. Los días lluviosos es lo que traen. La nostalgia no tiene porque ser un sentimiento triste, muy al contrario creo que puede sacarnos de una sensación aburrimiento y hastío, y llevarnos de nuevo a momentos pasados que han sido felices y muy satisfactorios, aun cuando los actuales también lo sean, por lo general.
Así que esta mañana, no sé que me ha pasado. Esta mañana no he ido a trabajar, no podía levantarme de la cama, y aún no sé muy bien porque. Al final, he tenido que hacer uso de mi último día de vacaciones del pasado año, que atesoraba cual anillo de Gollum para disfrutarlo en algún momento de necesidad, y me he quedado un rato en la cama, bien tapadito, intentando no pensar demasiado.
Mi viejo vinilo de "Aqualung". Comprado el 1-9-1980.
Se trata de la versión  mutilada por los estúpidos censores
de nuestra pasada dictadura, sin el "Locomotive Breath".
Pero casi nunca aguanto demasiado en ese estado catatónico, y cuando mi cerebro se pone en marcha casi siempre viene acompañado de banda sonora. He empezado a considerar que posiblemente mejor que en la cama estaría en el sofá, tomando el primer café mañanero y poniendo a girar mi reciente adquisición: un plato giradiscos con el que estoy retomando el placer de escuchar muchos de mis viejos vinilos. Y con el café ha sonado un antiguo disco de clásica: Prokofiev, concierto para violín en Re Mayor, ¡¡¡ ahí es nada!!! Buen comienzo, violines, orquesta...sabor a café, sofá y manta, sin carretera. Pero casi de inmediato, con el café aun sin terminar, otros han tomado el relevo al ruso: la banda que lleva casi toda mi vida acompañándome y que en esta última semana ha llenado muchas de mis horas, gracias - o por culpa - de un regalo navideño de mis hijas, el fantástico libro "Jethro Tull y el faro de Aqualung" del escritor y periodista Vicente Álvarez (editada por Quarentena Ediciones).

Mi "Thick as a brick", con la auténtica portada
del periódico al completo.
Mi mente viaja al pasado: Contaba yo con catorce años cuando una mañana - ¿o fue una tarde? hasta ese extremo de exactitud no llega mi memoria - del 1 de septiembre de un ya lejano 1980, entré en una pequeña tienda de mi ciudad y, atraído por una portada más que curiosa, adquirí mi primer disco de los Jethro: Aqualung. No tenía ninguna referencia de esa banda, pero esa maravillosa portada, con el viejo mendigo haciéndonos a todos un corte de mangas, me hizo intuir que la música que ahí se escondía debía ser, cuando menos, especial. Con 14 años, y en aquellos inicios de los 80, gastar lo que costaba un disco y errar en el intento era todo un drama para mí, pero ese día estaba de suerte y, sin saberlo, aposté a caballo ganador, sin duda. Aún recuerdo mi sorpresa tras escuchar la primera canción, la que daba título al disco - Aqualung - y que pensé "no te has equivocado, Ramón, ya solo por esta canción ha merecido la pena el dinero que te has gastado". Al rato, después de la primera de una larga lista de audiciones de dicho disco, me di cuenta de que la inversión había sido de lo más acertada. Y tras muchos años, sigo pensando que no hay entidad bancaria que tenga narices de darme más rentabilidad que la que aquel día me dio el dinero invertido en esa obra de arte. Que además coincida que esa misma noche asistí, en la compañía de mi buen amigo Paco Clares, a mi primer concierto en directo de rock en una terraza de cine ya desaparecida de mi ciudad para ver a los míticos Dr. Feelgood, hace que ese día quedase grabado en mi memoria con tanta intensidad como si me hubiesen tatuado la fecha en la piel.
Un servidor con Mr. Martin Barre. Todo un referente
en la guitarra para la historia del rock. (30-7-2004 Lorca)
A partir de ese momento, ese joven inquieto que era yo en los 80, y totalmente contracorriente de los gustos y modas de esa nefasta década - en lo relativo a producción musical, me refiero - comencé a disfrutar con unos años de retraso, de esas obras maestras de los 70: "Thick as a brick", "Minstrel in the gallery", "Songs from the wood", "Heavy Horses", "A passion play". Mi historia hoy es sobre Jethro, pero no solo disfrute de ellos, sino de algunos grupos mas...contemporáneos a ellos, y de la misma factura de calidad: Genesis, Yes y King Crimson, por poner algunos ejemplos. Lo que me enseñaron, su sensibilidad, su virtuosismo y su amor por la música bien hecha "en el cuerpo lo llevo", y años más tarde, cuando descubrí el jazz en todo su esplendor, pensé en un primer momento que los olvidaría, pero jamás he podido, vuelvo siempre a ellos, y aprendo de nuevo, siento de nuevo y cada vez me convencen mas.
Una de mis fotos favoritas de Ian, en esa noche
tan especial. (30-07-2004, Lorca)
Esta semana, Vicente Álvarez, y su faro de Aqualung me han hecho soñar de nuevo, silbar incansablemente intentando seguir esa maravillosa flauta de Ian Anderson, seguir esos amalgamados ritmos que siempre sorprendían, y hasta sentarme al piano a ratos a acompañar a mis héroes - o intentarlo, porque no es nada fácil, os lo garantizo. Y me ha enseñado mucho sobre la historia de esta banda, sobre el significado de sus canciones - muchas de ellas con letras tan crípticas que nunca había llegado a entender muy bien - y sobre su líder  ese eterno viejo-joven llamado Ian Anderson, inteligente, socarrón, irreverente donde los haya, pero que a la vez siempre ha sido bastante consecuente, nada amante de las drogas y excesos a los que sus colegas rock-stars tanto se engancharon. Un tipo bastante serio y normal, que se transforma en los escenarios, y que ha escrito algunas de las canciones mas importantes de la música rock. Yo creía saber mucho sobre los Tull, pero el Sr. Alvarez me ha demostrado que todavía me queda por aprender.
Concierto de Lorca, 30-07-2004. Andy Giddings, Martin Barre
e Ian Anderson. Y yo...en primera fila viéndolos.
Hay que ver lo que he disfrutado estos días escuchado mi viejo vinilo del "Thick as a brick", ojeando mientras ese maravilloso periódico completo en el que los chicos de Anderson echaron el resto escribiendo todo un diario con noticias inventadas, a cual más cachonda e irreverente. He cantado a los bosques, a los caballos de tiro y a los ratones, me he sentido juglar y roquero, y he coreado con ellos aquello de que somos "demasiado viejos para el rock´n´roll, pero demasiado jóvenes para morir". En definitiva, he vuelto a disfrutar de la música con mayúsculas que un señor llamado Ian Anderson (y los casi 30 músicos que han ido pasando por su banda en los 44 años que llevan en danza) nos ha regalado desde que comenzó a cantar y tocar la guitarra y la flauta (y lo que le pongan por delante). Un señor al que los críticos musicales - no voy a decir que pienso de mucha de esa gente, que sin saber nada de música se han dedicado a “sentar cátedra” y pontificar sobre lo que desconocen - siempre han catalogado como viejo y pasado de moda, incluso en la época en la que compuso sus famosos "Aqualung" o "Thick as a brick", y eso que en ese momento tenia veintipocos años . ¡¡ Cuanto ignorante !!. Un señor que no ha dejado en ningún momento de hacer buena música y de mostrarla en directo, como hacen los músicos de verdad, en la carretera. He tenido la suerte enorme de verlos en concierto en cuatro ocasiones. La más especial: un concierto en la Fortaleza del Sol, en Lorca (Murcia). En esa ocasión, además, con la enorme fortuna de toparme con ellos en el mismo hotel donde yo me alojaba. Fotos en el hall del hotel con la mayoría de la banda, y el disfrute del concierto en primera fila, hacen que recuerde ese día como otro de los más especiales de mi vida musical.
Mi mujer, Carmen, en el hall del Hotel Amaltea (Lorca),
"departiendo" con Jonathan Noyce y Andy Giddings.
(30-07-2004, Lorca)
Pero reconozco que es tal la cantidad de música para escuchar - me refiero a la de calidad, porque a la otra no suelo prestarle mucha atención - que a veces pasan meses sin que ponga algo de los Jethro. Pero cuando me vuelve a dar por ellos, me los inyecto en vena cual drogadicto en recaída  y durante días parecen ser lo único que soy capaz de escuchar. A quien quiera leerme, se los recomiendo como un médico recomendaría el ejercicio y la vida sana: imprescindibles para mejorar nuestra salud, en este caso, mental y espiritual. Da lo mismo coger alguna de sus obras maestras - ya las he citado antes - que irse a algunos de sus discos más recientes: "Roots to branches", "Catfish rising" o incluso su "Thick as a brick 2", publicado el pasado año, que les ha salido casi tan bueno como el primero. La cuestión es disfrutar con esas maravillosas melodías, unas veces cercanas al rock, otras a la música medieval, otras al blues, otras al folk. La mayoría de las veces mezclando todo eso sabiamente. Solo Jethro Tull han sido capaces de hacer algo así, y solo ellos son capaces de animarme en una triste y lluviosa mañana de enero, que comenzó algo melancólica. Aqualung, my friend...te debo más de una.