Presentación

Hasta ahora me habia dedicado a escribir sobre los conciertos a los que acudia. Alguna vez he sentido la necesidad de escribir, casi siempre sobre música, pero sin hacer referencia a ningun concierto, sino simplemente sobre lo que pienso o siento respecto a algunos temas y hoy me he dado cuenta de que lo que tenia que hacer era crear un nuevo blog para estas cuestiones.
Aqui iré dejando caer mis reflexiones, mas o menos serias - intentare que sean poco serias - sobre cualquier tema del que se me ocurra escribir, sea musical o no.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Thank you for the music, year 2012

Un pequeño resumen de lo que el 2012 me ha deparado, en lo musical.

Dentro de muy poco comenzarán, como cada año, los resúmenes de los telediarios. Una sucesión de imágenes escupidas por los medios en pocos minutos, que nos harán sonreír - las que menos, seguro - o fruncir el ceño, según el caso. Imágenes que nos recordarán varios tremendos momentos vividos en este año que se acaba. No se si tendré paciencia para verlas.
Pero resulta que, como en muchas otras cuestiones, el mundo internet se adelanta al tradicional y hace un rato me he topado con que Facebook te ofrece esa posibilidad con tu propio año, con tu propia vida, según se mire.
con Beatles Fan, en Festival Beatle 2012
Yo reconozco que uso Facebook casi exclusivamente para actividades musicales, sean propias o ajenas - lo personal y familiar, lo guardo generalmente para mi y mi entorno cercano - , de forma que así, de sopetón, me he encontrado con un resumen de lo que ha sido mi 2012 musicalmente hablando, sin tener que molestarme casi en recordar.
Y la verdad es que, justo cuando parece que este país se hunde en un abismo mas profundo que aquel de Helm que describía Tolkien, cuando uno no tiene mas remedio que malhumorarse cada vez que enciende la televisión o la radio y se ve envuelto en todas las inmundicias de corrupción, delincuencia y maldad en estado puro, pues aún asi, tengo que reconocer que a nivel musical - y personal tambien - soy un tipo con suerte. Y a los hechos me remito.
en Fusible Studio, mayo 2012. Grabacion "La taberna"
Empecé el año 2012 con un eco reciente de mi actuación con el grupo "Beatles Fan" en la fiesta Beatle anual del 2011. Para un "beatlemano" de pro como yo, escuchar a las bandas de esa noche y, sobre todo, tocar en una de ellas, es un verdadero privilegio. Por no hablar del hecho de que compartir escenario con Chipo Martinez siempre es garantía de éxito. Ademas tuve la suerte de que la banda se completase con Pepe Blanes en el bajo, Antonio Fernandez en la bateria y ese gran beatlemano y showman que es Antonio Perez, o como mas se le conoce por aquí "Antonio el rubio".
El nuevo año 2012 lo recibí preparando en casa, al calorcito de la estufa en mi pequeño estudio, el material para la grabación de lo que sería mi primer disco como líder de un proyecto: La taberna del piano: Homenaje a Billy Joel.
con A.Alvarez Band, Granada may 2012
De ahí  al poco tiempo, en marzo, llegó la presentación en Granada del disco "En movimiento" de mi reciente pero ya gran amigo Antonio Alvarez, como pianista de su tremenda banda eléctrica. Nuevo estilo, nuevos amigos con los que compartir horas de música: tremendos los hermanos De Haro, tanto Diego como Antonio - batería y bajo, respectivamente, y Carlos Lopez a la guitarra. Rock del bueno es lo que logramos hacer sonar, tanto en Pechina en el pre-estreno, como en Granada. Y no se me olvida Patricio Caparros, quien toco el bajo en Granada, ni Vicky Cruz, que hizo unas voces preciosas. Memorables noches.
Casi a la vez entramos en el estudio Fusible, en Aguadulce, para entre marzo y abril, grabar las voces y contrabajo del disco de "La Taberna del piano" y hacer las mezclas. Y justo en medio de todo eso, actuación en el auditorio de la Escuela de Música de Roquetas con "La taberna del piano", con Dani Piedra, Patricia y Javi Dominguez. Y, por supuesto, nuestro barman Pepe Jimenez. Otra "panda" con la que da gusto pisar escenarios.
con "La taberna" en Albacete, mayo 2012
Con el disco recién editado, mini-gira de "La taberna": Requena, en Valencia, y Albacete con su precioso Teatro Candilejas. Otra experiencia para recordar. Un fin de semana fantástico de música y amistad, al que le puso colofón un conciertazo al que pude asistir: Bruce Springsteen en Sevilla. Agotado acabé.
En mayo, presentación en Almería, y en el Teatro Apolo, del Cd de Antonio Alvarez, de nuevo una gozada, y compartiendo escenario con esa estupenda banda, así como con viejos amigos y colegas, como Diego Cruz y Chipo Martinez, y nuevos como Antonio Molina o Cesar Maldonado. Todo un privilegio estar en aquel escenario ese día.

con Sunday Blues Combo, Almeriblues 2012
Y llegó el verano, y como de la nada surgió una de esas formaciones que tanto juego dan en época estival: "Sunday Blues Combo". Diego Cruz, Antonio Gomez, Javi "el vecino", Antonio Diaz y yo, haciendo blues del bueno, y estrenandonos nada menos que en el Almeriblues 2012, en Roquetas.
con Diego Cruz Quartet, Almeria Summer Festival 2012
El verano también nos trajo alguna que otra actuación jazzera del "Diego Cruz Quartet", banda que sigue siendo mi debilidad aunque quizás sea la mas afectada por la crisis musical, que es innegable que estamos padeciendo todos. Tocar con Diego, Chipo y Lito es y seguirá siendo un placer como pocos.
con Rosendo Alvarez y el Cambio de tercio, verano 2012
También hubo tiempo para un par de actuaciones con la banda roquera de Rosendo Alvarez, donde comparto escenario, ademas de con el propio Rosendo, nuevamente con Javi Dominguez y Antonio Diaz, y con uno de los guitarristas de la tierra que mas admiro: Javi Maresca.
Y algunas actuaciones veraniegas con la banda de Antonio Alvarez, tanto en "A pie de calle" con la banda eléctrica, como en el mágico Castillo de Guardias viejas, con la formación acústica en trió, en otra de esas noches "mágicas".

con Antonio Gomez Cine-et-swing, oct 2012
Ya terminados los calores, los chiringuitos y la cerveza fresquita...me esperaba otra colaboración de esas que "da gustito": el quinteto de Antonio Gomez, con su proyecto "Cine-et-swing". Un solo ensayo, un solo concierto (como debe ser, que ya sabemos que ensayar es de cobardes) y un placer tocar con esos monstruos: Antonio Gomez, Joan Masana, Sergio Diaz y Antonio Gonzalez.
A los pocos días  y en el mismo festival de Jazz de Carboneras, nuevamente en directo mi proyecto "La taberna del piano", y cambiando de sección rítmica: con Curro Domene en la bateria y Guillermo Morente en el contrabajo. Nuevas formas de enfocar cada tema, enriqueciendo los arreglos poco a poco. Un lujo.

con "La taberna del piano", Carboneras, oct 2012
Seguro que se me olvidan actuaciones, lo que los músicos llamamos "bolos", que no por desarrollarse en locales de menos enjundia son menos placenteras (a veces incluso lo son mas). Hasta lo que mi amigo Antonio Gomez llama "bolos alimenticios", o sea...actuaciones en amenizaciones, bodas, etc, que el músico profesional hace "porque tiene que comer" (de ahí lo de "alimenticio") suelen tener una parte importante de diversión y camaradería  Algún "bolo" a trío con Antonio Gomez y "el vecino", alguna actuación a dúo con Diego Cruz, con buenas cenas y ratitos de charla tranquila, ha completado este año musical.

con Antonio Alvarez Trio, castillo Guardias Viejas
De forma que, visto así  quizás este año la calidad haya superado a la cantidad. Calidad en la música, en las amistades -  las nuevas de este año, y las que conservo de los anteriores -  y en los buenos ratos. De eso se trata, de hacer algo interesante y divertirnos en lo posible. De crear, de hacer arte, de hacer soñar a la gente con nuestra música. Esa es la cuestión, y desde luego el año 2012 para mi ha colmado ese objetivo. Así que, desde aquí digo: que le den por saco a "la prima de riesgo", a la crisis, a los políticos, a los banqueros, a los corruptos (que ya tenemos unos cuantos) y a sus pasteleras madres, que no tendrán la culpa...pero ya podían haberse evitado traer a toda esa gentuza al mundo. Yo...me quedo con la música.

P.D: Esta reflexión va dedicada especialmente a todos los nombres que aparecen en ella (menos a Tolkien, a quien no tuve el gusto de conocer :-) ), y si se me ha olvidado alguno, que me lo recuerde...que no tengo inconveniente en modificar el blog, que para eso es mio.


miércoles, 17 de octubre de 2012

Nostalgia eléctrica: el regreso del señor Cielo Azul


Nostalgia eléctrica: el regreso del señor Cielo Azul
Si alguna ventaja tiene para mi el hecho de madrugar - algo a lo que no se le ve ninguna gracia cuando suena el despertador - son esos momentos inmediatamente posteriores al urgente café mañanero, cuando uno está comenzando a espabilar pero aún no ha terminado de despertar del todo y, por supuesto, aún no ha cruzado palabra con nadie.
En épocas como esta, en las que empieza uno a estar tentado de buscar la primera chaqueta del invierno antes de pisar la calle, con esa nocturnidad de farolas aún encendidas, y en ese momento previo al amanecer pero en el que aún es noche cerrada, parece que se tienen todos los sentidos mas alerta, mucho mas sensibles que en cualquier otro momento del día.
Aunque algunas veces, muy pocas, elijo disfrutar del silencio, en la mayoría de las ocasiones aprovecho esos 30 minutos de trayecto entre mi casa y mi trabajo para escuchar música, y tengo que reconocer que es en ese intervalo de tiempo en el que mas partido saco a lo que escucho, mucho mas que en cualquier otro momento del día.
Estar ahí de pie, casi siempre solo - o en compañía de extraños - en la parada del bus, sin querer pensar en otra cosa diferente a lo que está entrando por mis oídos  gracias a los pequeños auriculares de mi mp3, es uno de esos pequeños placeres que, como diría aquel anuncio, no tienen precio.
Y esta mañana se ha sumado a esa agradable sensación el hecho de que mi elección musical ha sido especialmente satisfactoria, y me explicaré.
Hace unos días tuve noticias de dos lanzamientos discográficos que llamaron mi atención: un nuevo disco en solitario de Jeff Lynne - que los menos aficionados al pop-rock de los setenta posiblemente no sepáis quien es - y una nueva recopilación de la Electric Light Orchestra.
¿Quien es Jeff Lynne?. Pues podríamos decir, sin temor a equivocarnos mucho, que Lynne es a la Electric Light Orchestra lo que Ian Anderson a Jethro Tull, o...por poner un ejemplo mucho mas reciente, lo que Jeff Tweedy es a Wilco. El alma-mater de esa banda, o...para que quede mas claro.."el que corta el bacalao" desde hace muchos años en la que, para mi, ha sido una de las bandas mas originales y creativas del pop-rock post-beatle: la mas conocida como "ELO".
Así que hablar de Jeff Lynne es un empezar y no acabar, porque es uno de los músicos mas originales y creativos que conozco, tanto en composición como en producción, y me atrevería a decir que incluso como cantante, porque para mi gusto tiene "la voz perfecta para el pop". Un músico que impregna de su estilo todo lo que toca, y no hay mas que escuchar ciertos discos de George Harrison o del maestro Tom Petty producidos por el, o los discos del super-grupo Travelling Wilburys, o las mezclas de los temas ineditos del Anthology Beatle, "Free as a bird" y "Real Love". Todo lleva el "sello Lynne", y por tanto...el "sello ELO", cosa que posiblemente altere a sus detractores- que los tendrá - , pero que alegra a sus seguidores, entre los que me encuentro.

Pues, volviendo a la parada del bus, lo primero con lo que mis orejas se han desayunado hoy ha sido con la re mezcla de los viejos temas de la ELO que Jeff ha hecho para el nuevo recopilatorio, llamado "Mr. Blue Sky: The Very Best of Electric Light Orchestra". Bien sabe dios - o, como decía aquel cómico  y nuestra señora del abrigo de pana - lo poco que me gustan las recopilaciones. Siempre me ha parecido que sacar de contexto las canciones que van en un buen disco hace que pierdan algo de su sentido. En este caso, he tirado por ese camino por la curiosidad de las nuevas mezclas, ya que si no, realmente lo que hubiese hecho es volverme a escuchar alguno de los discos originales de la ELO. Pero no ha sido así  para bien o para mal. Las re-mezclas, la verdad, no me ha parecido ni bien ni mal. Los temas parecen sonar algo mejor, pero..¿quien sabe lo que es mejor o peor?. Si a Jeff le gustan ahora mas así  pues bien están, porque ademas..podemos seguir disfrutando de las anteriores mezclas si nos gustan mas. Pero lo que realmente ha hecho que me de un verdadero ataque de nostalgia han sido las canciones en si mismas. Volver a escuchar esas melodías tan fascinantes, como la citada "Mr Blue Sky", las maravillosas baladas como  "Telephone Line", o esos potentes ejemplos del sonido autenticamente ELO como son "Don´t bring me down" o "Turn to stone" casi me han teletransportado, cada vez que cerraba los ojos, a los primeros ochenta, cuando un joven ávido de descubrir nuevos sonidos, se deleitaba cada vez que en sus manos caía algún LP de esta banda.
Si no recuerdo mal, lo primero que escuché de ellos fue una cinta de cassette - los mas jóvenes quizás no sepan de que estoy hablando - que me prestaron con su disco "A new world record". Lo que escuché fue todo un descubrimiento para mi. ¿Que música era aquella? Sonaban guitarras distorsionadas, potentes baterías  galácticos teclados, lo cual indicaba que se trataba de rock, pero mezclados con preciosos sonidos de piano, violines y violonchelos, y todo ello nada mas empezar a escuchar, con esa obertura maravillosa del disco llamada "Tightrope". Ademas, y por encima de todo, una voz cautivadora, nada espectacular pero muy efectiva, y con unos coros y segundas voces perfectos. Aquello era la Electric Light Orchestra en uno de sus mejores trabajos, uno de esos discos que demuestran que la calidad no esta reñida con lo comercial. A partir de ahí  como siempre he hecho, empecé a "tirar del hilo" y recuerdo que una amiga me prestó poco después un disco llamado "Eldorado" - disco que, por cierto, me avergüenza reconocer, nunca le devolví -  y que inmediatamente me dejó también prendado, con joyas como "Can´t get it out of my head" o "Boy blue".
A la cabeza me han venido algunas fiestas en el sótano de un amigo de adolescencia - del que ya he perdido la pista - donde, de vez en cuando, apagábamos las luces y hacíamos sonar el inquietante tema que abría su disco "Face the music", llamado "Fire on high"...con la esperanza de que las féminas asistentes cayesen rendidas a nuestros brazos, buscando protección ante tan terrorífico ambiente, dando la vuelta rápidamente al vinilo y pinchando acto seguido la maravillosa balada "Strange magic". Nunca ocurrió así  pero que bien nos lo pasábamos imaginándolo. Eran tiempos de discos prestados, entre amigos, cuyas escuchas debían ser rápidas, frenéticas diría yo,pero muy atentas, ante la urgencia de la devolución, y de las que finalmente quedaba como testigo una humilde cinta de cassette BASF C60 o C90 (según nuestro estado económico), con el listado de canciones escrito a mano. El antiguo e inocente "pirateo".  A mi memoria vuelve la imagen de uno de los primeros "singles" de la ELO que tuve, cuando estaban a punto de lanzar uno de sus mas famosos discos, "Discovery", cuya cara A era la maravillosa "Shine a little love", tema que podría servir de ejemplo para el capitulo 1 de un hipotético manual titulado "como hacer la canción pop perfecta". Miles de veces, posteriormente  reproduciría el vinilo completo de "Discovery", que contiene joyas de la música popular como la que acabo de nombrar, o como "Midnight blue", "Need her love" o el famoso "Last train to london".
Poco a poco, y con el esfuerzo que para un adolescente suponía en aquella época - y supongo que en todas - , acabé teniendo casi todos sus discos, desde los mas antiguos - "No answer", "ELO II", "On the third day", su fantástico doble LP "Out of the blue" que , como es lógico, me costó doble esfuerzo económico, con canciones a un alto nivel como "Wild west hero", la mencionada "Mr. Blue sky", "It´s over" o "Sweet talking woman". Durante varios años estuve totalmente rendido ante esta grandisima banda. Hoy he comprobado que, pese al tiempo que llevaba sin escucharlos, lo sigo estando.
El sonido "ELO" a finales de los setenta y principios de los ochenta lo invadía todo, quizás porque Jeff supo mezclar la tremenda calidad de las composiciones, arreglos y producción  con unas sabias gotas de comercialidad, resultando una música que resultaba hasta agradablemente bailable, y que en su momento compitió, y con éxito, con la música disco tan de moda en esos años. A principios de los ochenta llegaron los tres últimos discos de esa época, "Time", "Secret messages" y "Balance of Power". Me gustan exactamente por este orden, aunque todos tiene buenas canciones. Quizás "Time" es para mi el ultimo gran álbum de la Electric.
A mediados de los 80 las tendencias musicales en general - y las mías en particular - fueron tomando otros derroteros, y el señor Lynne posiblemente pensó que era el momento de meterse en otros proyectos, y la Electric Light Orchestra, como tal, desapareció casi por completo, dedicandose Lynne a "sus producciones". Precisamente de la segunda mitad de los 80 es el fantástico disco del ex-beatle George Harrison "Cloud Nine", cuya producción estuvo a cargo del Jeff Lynne. Cualquiera que lo escuche, y que conozca bien el sonido "ELO" se dará cuenta al instante.
El año 2001 me sorprendió con un álbum llamado "Zoom", a nombre de la ELO, que nos dio esperanzas a los aficionados porque, sin estar a la altura de sus mejores producciones anteriores, se dejaba oír mas que bien. Pero tras ese pequeño milagro...silencio de nuevo.
Y ahora, once años después  Mr. Lynne - sorprendentemente con su mismo aspecto de "Ewok rockero" tras sus eternas gafas de sol, cosa que me hace sospechar que este tipo pueda tener ciertos pactos con el diablo - rompe su silencio - aunque como ya dije al principio, nunca ha estado del todo parado - con este disco de re-mezclas y con su disco en solitario "Long wave", en el que se dedica a re-hacer antiguos temas que le gustan, composiciones de otros. Al contrario de lo reciente de McCartney, que inicialmente se hace el mismo planteamiento pero que se ha dejado llevar por el swing y el jazz, Lynne se los ha apropiado, imprimiéndoles su sello, de manera que consigue que suenen como si fuesen composiciones propias. Ahi podreis oir temas como el famoso "She" que cantaba Aznavour - y Costello, después -, el "Smile" de Chaplin, o las famosas "Beyond the sea" o y "Love is a many splendored thing". El disco no es para volverse loco, pero reconozco que es un placer escucharlo, aunque solo sea por la perfección en la producción y arreglos.
 
Desde luego, ahora que lo pienso, todo esto que he escrito aquí es imposible que me haya dado tiempo a pensarlo en la escasa media hora mañanera. Está claro que he añadido cosas ahora, mientras escribía  Pero lo básico, las sensaciones, la nostalgia, la emoción de escuchar buenas canciones de nuevo, buena música, esa si que es la que he sentido hoy, como tantas otras veces. Hoy...le tocaba el turno al "Señor Cielo Azul". ¿Quien será mañana?

jueves, 13 de septiembre de 2012

El hombre que "humanizó" a los Beatles. Mis impresiones sobre el libro de Geoff Emerick


Acabo de cerrar el libro "Here, there and everywere" de Geoff Emerick – ya que el sueño me venció anoche en mi inicial propósito de acabarlo, dejándome a falta solo de tres páginas - , así que creo que estoy ya en disposición de dar una opinión sobre lo que me ha tenido "beatlemanizado" durante estos últimos 5 o 6 días, justo desde que comencé a leerlo.

 Empezaré por decir que, sinceramente, creo que es uno de los libros sobre los Beatles – al menos de los que yo he leído, que no son todos - más interesantes que he podido disfrutar.
El primer libro sobre los “fab four” que aterrizó en mis manos, cuando era un chaval de 13 o 14 años, estaba, sorprendentemente, en el mueble librería del salón de casa. Formaba parte de una colección de libros de biografías de personajes ilustres – Cervantes, Franco, Hitler, y tipos así de simpáticos - que mi progenitor - como muchos padres de aquella época - había comprado para que sus hijos "ampliasen horizontes". En dicha estantería, a esos libritos se sumaban el famoso “Vida sexual sana” del doctor López Ibor (que yo consultaba a hurtadillas cuando me dejaban solo en casa, y con el que jamás logre excitarme mucho más que visionando un telediario de la época), y alguna enciclopedia que, en algún momento de debilidad, le había endosado algún amigo de la profesión, ya que mi padre fue agente comercial casi toda su vida, aunque él nunca se dedico a la venta de libros. Pero posiblemente dicha colección fue comprada través de aquella estupenda “revistilla“ que a la que mi padre estaba suscrito denominada "Selecciones del Readest Digest. O, como habitualmente la llamábamos en casa, "el selecciones”. Recuerdo una colección de vinilos editada también por Reader Digest, llamada “La felicidad es” que prácticamente desgasté en mi niñez de tanto escuchar, donde precisamente uno de sus discos se titulaba “La felicidad es…la música de los Beatles”. Cuánta razón tenía. Todo eran versiones orquestales bastante ñoñas, muy a lo “Ray Coniff”, pero…me permitieron descubrir melodías tan fantásticas como “Fool on the hill” o “Hey Jude”.
Vale, que me desvío del tema, aunque no del todo. La cuestión es que ese librito, que ahora no recuerdo por quien estaba escrito, contaba a grandes rasgos la vida y milagros de John, Paul, George y Ringo, aunque claramente no le daba una gran importancia a sus vidas, ya que a diferencia del resto de los libros de la colección, este compartía la otra mitad de sus páginas con otra biografía, que si no recuerdo mal es posible que fuese la de Gandhi (tendré que mirarlo en casa de mis padres cualquier día de estos, para asegurarme, porque creo que esos libros sigue ahí, en el mismo sitio).
Aunque creo recordar que no se extendía en detalles, pude leer por primera vez algunas de sus más famosas anécdotas de su época alemana, como sus noches sin dormir tocando como locos, atiborrados a pastillas, actuando para gente de malvivir del Hamburgo mas canalla, sus amistades con Klaus y Astrid, la muerte de Stu Stucliffe, etc. Aprovecho para recomendar la estupenda pelicula "Backbeat", que relata muy bien toda esta época de sus vidas.
Por supuesto, pocos años después, imbuido plenamente en mi particular “beatlemania” me compré el famoso “The Beatles”, escrito por su biógrafo oficial Hunter Davies y que en su momento me pareció todo un compendio de sabiduría sobre mis héroes musicales.
Después, durante cierta época de mi vida, deje de escuchar música pop y rock – no del todo, pero casi – ya que el jazz lo invadió todo, con la fuerza que lo caracteriza, y por tanto mi interés fue por otros derroteros, tanto a nivel de músico como de lector. Pero en unos años me di cuenta de que todo tenía cabida en mi universo musical, y que echaba de menos esas músicas con las que había crecido, mis amados Jethro tull, Genesis, Bowie, Camel y un largo etcétera y que, como no, casi siempre estaban comandados por los maravillosos Beatles (en grupo, o en solitario). Y llegaron los “Anthology”, y me compré todos los CD´s y después conseguí también los DVD´s. Nuevas fuentes de información sobre toda esa maravillosa época, para seguir comprendiendo cada canción, cada disco. Nuevas anécdotas, nuevas controversias, nuevas teorías. ¿Por qué se separaron los Beatles? ¿Quién escribía cada canción? ¿Quién era “la morsa”…era Paul o no?. Ah, y la más estúpida de todas “¿estaba Paul vivo, o era un doble quien cantaba por el?”. Como si fuese tan fácil encontrar a otro Paul McCartney en un “plis-plas”. Para leer todas esas tonterías, hoy en dia hay muchas páginas web que os podeis entretener en buscar por la red. Pero no tienen ya mucho interés. Y desde luego, no tienen ningún interés musical. Pero el universo musical Beatle es interminable, porque lo que estos cuatro chavales fueron capaces de crear en escasamente diez años da para mucho.
También me compré en su día, no hace ya tanto, el famoso libro de Cynthia Lennon – la primera esposa de John – que aportaba otra visión a la alocada vida de estos cuatro músicos: la de la mujer (o ex-mujer, según el momento) de uno de ellos.
Mi devoción por Paul McCartney en particular también me llevo a adquirir una reciente biografía suya, escrita por Peter Ames Carlin, que desde luego me hizo disfrutar de otro punto de vista, mucho más cercano la óptica de Macca, del transcurrir de la historia, llegando incluso hasta nuestros días.
Pero no andaba yo realmente buscando la anécdota fácil, o la historia truculenta cuando me compraba esos libros. La verdad es que nunca me ha importado mucho la vida de los demás, aunque que tire la primera piedra el que no hojease el “Diez minutos” que compraba su madre, o alguna vez no se haya parado a escuchar las sandeces de algún programa “del corazón”. Pero no, a mí lo que siempre me ha fascinado, tanto de los Beatles como de otros artistas, es su proceso creativo. Pensar en cómo llegaron a componer “tal o cual” canción, en que estaban pensando, porque decidieron poner un piano ahí, o un violín allá. Como conseguían este u otro sonido. Y todo ello en aquella época en la que los ordenadores aún casi no se conocían, y en todo caso se usaban en algunas universidades para eso…para “ordenar”. La música era otra cosa, y las grabaciones se producían en arcaicos estudios, donde los ingenieros iban con batas blancas (Emerick cuenta alguna historia graciosa respecto a esas batas), y donde cuando había que “cortar y pegar”, literalmente se cogían las tijeras y el pegamento.
Y hete aquí que llega el libro del que me ocupo: “Here, there and everywhere: My life recording the music of the Beatles” (nuevamente tengo que discrepar, como siempre, de las nefastas en innecesarias traducciones que se hacen a veces en este país. En este caso simplifican su titulo en castellano, poniéndole el insulso “El sonido de los Beatles”, cuando el original se compone de una de las más bellas canciones de Paul en su primera parte, y toda una declaración de intenciones en la segunda), recomendado por mi buen amigo, músico y “beatlemano” de pro Antonio Alvarez.
Ilusionado comencé su lectura, e ilusionado la he terminado hoy. No es toda la historia, desde luego. Es su historia, es su visión de todo aquello. Pero es una visión más que interesante, que complemente y enriquece a todas las que he leído hasta ahora. La de una persona sencilla a la que el azar le tenía reservado compartir horas, trabajo y emociones con cuatros de los artistas más famosos del mundo. Y, como él mismo cuenta, partiendo del hecho casual de haber estado allí justo desde su primera grabación, cuando aún eran unos auténticos desconocidos, hasta poder presenciar la última sesión de su “Abbey Road”, la última obra de estos genios.
Geoff cuenta de una forma agradable, sin grandilocuencia, pero con simpatía y con bastantes detalles, muchas de las épocas en las que estuvo con ellos como ingeniero en los estudios de EMI (los famosos “Abbey Road”). Incluyendo justo su etapa considerada más creativa y experimental, la de los discos  “Revolver” y “Sgt. Pepper´s Lonely hearts club band”. Su relato es interesante por muchos motivos, pero destacaría por ejemplo, que la mayor parte del tiempo compartido con ellos Geoff era una especie de “convidado de piedra”, alguien que tras los cristales de la sala de grabación, se dedicaba a esperar y observar los largos ensayos de los cuatro “Beatles”, hasta que se decidían a grabar, o a subir y escuchar lo grabado. Eso le da una visión y una perspectiva inmejorable para contar mucho sobre ellos. Los hubo más cercanos, como su manager Brian Epstein, o el productor de casi todos sus discos, George Martin. Pero precisamente el hecho de que Emerick a veces fuese “casi transparente” para los Beatles – salvo para Paul, que fue casi el único que valoro sus aportaciones técnicas – hizo que pueda tener una perspectiva mucho mas aséptica que otras personas que compartieron con ellos aquellos días, e incluso que los propios Beatles, hablando los unos de los otros. Y desde luego mucho más objetiva, sin duda. Durante la lectura de este libro, he vuelvo a visionar algunos capítulos de los DVD “Anthology” y es curioso que los propios Beatles se equivocan en algunos de sus recuerdos, mientras que Geoff los tiene “grabados” a fuego en su memoria. Para eso era el ingeniero: lo suyo era grabarlo todo.
La historia, está claro, no es única y nadie está en posesión de la verdad absoluta, por lo que cada uno cuenta “la película” según la vive. Geoff cuenta la suya, pero tras leer tanta información antes sobre aquellos días, es maravilloso el soplo de aire fresco que nos trae este técnico.
Lógicamente, la historia que nos cuenta se centra en las colaboraciones más estrechas que tuvo con ellos, por lo que no esperéis una biografía completa y detallada. No puede contar mucho de lo que él no presenció. La primera época “beatle”, que se supone fue la más alocada, pero la más alegre, Geoff se la perdió casi por completo, pero después tuvo la suerte de ser responsable del sonido en sus discos más laureados (“Revolver” y “Pepper”), parte del “White álbum” – hasta que no pudo soportar más la presión del mal ambiente durante esas sesiones, y dimitió y el “Abbey Road” completo.
Desde luego que el libro también incluye anécdotas muy curiosas, la mayoría de ellas referidas a formas de grabar, trucos, etc, pero algún también mezclada con la particular idiosincrasia de cada “beatle”. Su favorito, y no lo oculta, siempre fue Paul, y ya en las primeras páginas del libro lo describe así “…Y luego estaba el bajista. No solamente era el más convencionalmente apuesto de los cuatro, sino también el más agradable y atractivo. En un momento dado, incluso nos dirigió un saludo a Richard y a mí. Era evidente que también era el más interesado en como sonaba la grabación. Aunque no alzaba tanto la voz como el cantante, tuve la clara impresión de que era el líder del grupo. Cuando él hablaba, los demás escuchaban atentos y asentían invariablemente con la cabeza y antes de cada toma era él quien los urgía a dar el máximo…”.
Y durante el devenir de su relación con ellos, fue Paul quien mejor lo trató, desde luego, y quien le demostró ser más profesional, menos caprichoso, mejor músico, y desde luego mucho más interesado en que todos los álbumes tuviesen una gran calidad. Los otros “Beatles” no salen tan bien parados y no siempre quedan en buen lugar, pero creo que Geoff siempre intenta ser objetivo, tratando a veces de justificar sus comportamientos infantiles, caóticos y/o caprichosos, achacándolos a la juventud e inexperiencia de todos ellos. No en vano, no debe ser fácil para nadie asimilar a los 25 o 26 años…”ser más famosos que Jesucristo”, como afirmó Lennon en aquella fatídica entrevista que tantos problemas les causó en su momento. Pero es que, ¡¡¡ qué narices, era cierto !!!. Como después dijo Ringo, socarronamente, hablando sobre la quema de sus discos en EEUU: “nos vino muy bien porque después la mayoría ¡¡¡se los volvieron a comprar!!!.”
Desde luego no voy aquí a destripar el libro – que si no el bueno de Geoff se enfadaría un poco conmigo – pero si que podría destacar anécdotas tan curiosas como el que ciertos solos de guitarra que debía haber tocado George, fueron ejecutados por un Paul mucho más seguro y mejor instrumentista, o esa surrealista escena de los empleados de Harrods metiendo una cama en el estudio de EMI, para que la señora Yoko Ono pudiese reposar  - estaba convaleciente de un accidente de automóvil – junto a su amado John, e incluso recibir visitas, ¡¡¡como si estuviese en un hospital !!!- mientras ellos se dedicaban a grabar. Incluso nos cuenta con bastante detalle cómo fueron la sesiones de grabación del famoso “Band on the run” de los Wings (en la época post-beatle) en las que el volvió a ser el ingeniero jefe, y cuyas sesiones se realizaron en Lagos (Nigeria), donde tuvo que luchar con más de una cucaracha gigante, sin olvidar el atraco que Paul y Linda sufrieron, que les pudo costar algo más que un susto.
Pero no os dejéis despistar por estas anécdotas, sabrosas e incluso necesarias para hacer el relato más ameno, porque la mayor parte del libro está dedicada a contar con mayor o menor detalle el proceso de grabación de muchas de las mejores canciones de los chicos de Liverpool. Lógicamente, cuando ves como un artista realiza su obra, también comprendes un poco mejor su forma de pensar, de sentir, de relacionarse, etc. Y eso es lo que ocurre en este estupendo libro. Nos acerca a su música, y nos acerca a ellos como personas. Los desmitifica y los humaniza, y para mí eso es muy positivo. Cualquier gran genio no deja de ser un ser humano, con virtudes y defectos, y Paul, John, George y Ringo los tenían. Eso los hace más grandes. A partir de ahora creo que disfruto aún más de su música.  ¡¡¡Y yo que pensaba que eso ya no era posible!!!

jueves, 30 de agosto de 2012

Refrescándome en Alaska


Refrescándome en Alaska. 

“Northern exposure”, o una obra de arte realizada para la televisión

En estos días finales de un agosto que se hace eterno, uno es consciente de que, pese a que septiembre está al caer, en esta sureña ciudad que le ha tocado en suerte aún queda calor para rato.

Los principales personajes de "Northern exposure"
Por eso se hace más necesario que nunca recurrir a todas las triquiñuelas posibles para el refresco del cuerpo y del espíritu. Respecto al cuerpo, me conformo con las duchas y el aire acondicionado, ya que inexplicablemente para un almeriense de pura cepa tiendo a despreciar la playa - que no el mar - pero para el espíritu la cosa es más complicada, pues a estas alturas del verano la mente comienza a estar ya bastante maltrecha, seguramente debida a las elevadas temperaturas que día tras día debe soportar nuestro cráneo, cosa que estoy seguro nos afecta al cerebro una barbaridad. Total, que a treinta de agosto está uno ya física y mentalmente agotado por este insoportable sopor. La lectura - sencilla, a ser posible, por los motivos anteriormente mencionados - ayuda a ratos, la música siempre, desde luego, pero las imágenes para mí en estos casos son fundamentales para refrescarme interiormente. Y es ahí donde aparece, o más bien tendría que decir re-aparece, una de mis series de TV favoritas, como si de un remedio recetado por un viejo "chamán" (que por cierto es el libro en el que también ando ocupado estos días). Me refiero a la tan celebrada serie de los 90 "Northern exposure", y  es que aquí alguno de ese equipo de "genios" que nuestro estado tiene contratados desde tiempos inmemoriales para traducir los títulos de todo lo que nos llega al reino, tuvo la feliz idea de denominarla con ese simplísimo "Doctor en Alaska".
Esa traducción tan estúpida parece inicialmente que podría ayudarme muchísimo a explicar el argumento de la serie: Si, lo habéis adivinado, gracias a ese traductor "iluminado": la serie, en principio, trata sobre las aventuras y desventuras de un médico en un remoto pueblo de Alaska. Hasta ahí, tendríamos que darle la razón al tontorrón que hizo la traducción, a la vista seguramente de su primer capítulo. Bueno, ¿qué estoy diciendo?...seguramente no llego a ver el primer capítulo completo, sino la introducción y los títulos de crédito, porque si hubiese ahondado solo un poquito más, se habría dado cuenta de que el título original tenía su sentido - ¡¡¡ como suele ocurrir siempre, zoquete traductor !!!! - ya que "Northern Exposure" parece ser la denominación que se da una especie de dolencia que suelen padecer los habitantes de esas remotas tierras en las que se ven sometidos a esos climas tan extremos, y donde en ciertas épocas del año se produce el fenómeno del "sol de medianoche", con varios días donde no se pone el sol.
La cuestión es que ese simple planteamiento de médico urbano obligado por un tiempo a ejercer en un pequeño pueblo perdido (y cuya mala copia española nos dio no hace mucho ese esperpento terrorífico llamado "Doctor Mateo") sirve como excusa para componer toda una galería de maravillosos personajes, con sus pequeñas historias personales, su fuerte personalidad, y todo ello mezclado con los maravillosos paisajes de ¿Alaska? (pues no, porque realmente se rodó en el estado de Washington, aunque los paisajes siguen siendo espectaculares en esa zona), y con una hermosa banda sonora.
Refrescante, efectivamente, desde su primer capítulo. Y yo precisamente recuerdo haber empezado a verla, desde algún capítulo intermedio, en otro caluroso verano de hace casi 20 años ya. Y me enganchó tanto en ese momento, como me está volviendo a enganchar ahora de nuevo, y me temo que cada vez que vuelva a verla.
Una característica imagen de su presentación

Como en muchas novelas, películas o series, ocurre que el personaje principal, el que sirve de excusa para dar comienzo a la acción, en breve pasa a ser secundario para dejar que te atrapen el resto de los personajes de su entorno. A quien no le ha ocurrido viendo la serie "Seinfeld", darse cuenta de que realmente está enamorado del personaje de Elaine, o del de George...o del inefable Kramer, y que realmente Jerry Seinfeld pasa en ocasiones a ser totalmente prescindible. Algo así ocurre con "Northern exposure". El doctor Fleishman es el personaje central, la persona sobre la que gira todo al principio, el "extraño", la "rara avis" en esa amalgama de personajes peculiares que pueblan el imaginario Cicely. Pero pronto uno se da cuenta de que el buen y joven doctor, un joven judío neoyorkino, urbanita donde los haya, neurótico (como todos los judíos neoyorkinos, claro, según Woody Allen) y eternamente cabreado por verse abocado a pasar sus mejores años como brillante y prometedor médico en ese pequeño rincón del mundo. Pues bien, el doctor Joel Fleishman es la punta del iceberg de toda una galería de personajes que nos harán reír, soñar, asombrarnos y hasta llorar, a veces, en ese pequeño y surrealista pueblecito del norte de los EEUU.
Todos tienen su historia, que se va dando a conocer poco a poco, pincelada a pincelada, capítulo a capítulo, para que no tengamos la tentación de saltarnos ninguno. Y todos son importantes, imprescindibles, como un engranaje perfecto sin el cual el pueblo no saldría adelante. Todos raros, pero todos tan humanos como cualquiera de nosotros. Porque acaso ¿no todos somos raros para los demás? ¿Qué es la rareza? No es sino la singularidad de cada uno lo que nos hace diferentes de los demás. La clave de una buena convivencia está en el respeto a las rarezas y peculiaridades de cada uno, y de eso realmente creo que trata la serie básicamente. De mostrarnos lo peculiar de cada una de estas personas, y de como casi siempre - lo ideal sería siempre, pero eso sería perfecto - son respetados por el resto, logrando así convivir y sobrevivir, que es de lo que se trata, lo mas felizmente posible.
Y así surgen esos maravillosos personajes, como la aviadora Maggie O´Connell, joven de fuerte personalidad que desde el primer día da la réplica - siempre con una tensión sexual latente - al Dr. Fleishman. Esa joven sobre la que pesa la "maldición O´Connell", motivada por el hecho de que todos sus novios siempre mueren por accidentes extraños, de los que ella, aún no teniendo nada que ver - siempre se siente algo responsable. La frescura de su interpretación, su carácter algo varonil en ocasiones y su belleza casi salvaje siempre me recordó a como debía de ser la Jorge de "Los cinco" de Enid Blyton si al crecer se hubiese trasladado al nuevo continente.
Por seguir, en orden de importancia - por su número de apariciones, porque como ya he dicho, para mi todos son importantes en este puzzle vital - el inmenso personaje de Maurice Minnifield, interpretado por un fantástico Barry Corbin (uno de esos secundarios de lujo del cine y la TV americana). El es el mandamás del pueblo. El terrateniente. El propietario de "casi todo", incluyendo la propia consulta del doctor, y el responsable de mantenerlo en el pueblo un año tras otro. Un personaje amado y odiado en alguna ocasión, que representa el genuino espíritu americano, el de los primeros colonos, los fundadores de cada una de las ciudades de la inmensa Norteamérica. Y eso es lo que él quiere hacer en Cicely, emulando a los conquistadores del lejano oesto: transformarla en una ciudad prospera y mas habitada, para lo cual no duda en "poner la carne en el asador" constantemente, ideando los mas absurdos y divertidos planes para lograr más prosperidad en la ciudad y , por supuesto, aportando sus dólares, ganados tras una exitosa carrera como astronauta de la NASA (nótese que casi siempre durante toda la serie lleva puesta la gorra con esas siglas, dejando claro orgullosamente cuál ha sido su anterior empresa). Con su eterno aire a "John Waine", está convencido de que tiene derecho a controlar todo cuanto pasa en el pueblo, a influir sobre sus habitantes, dictando sus propias normas, casi siempre rozando un comportamiento ultra-conservador. Aún así, siempre guarda un punto de respeto por todos, y en ocasiones da su brazo a torcer cuando se da cuenta de que le falta la razón. Los guionistas dejan traslucir que bajo esa chulesca gorra, y esa eterna cazadora de astronauta que intenta ocultar su cada vez mas incipiente barriga, se esconde un buen corazón que solo quiere lo mejor para su pueblo y para sus convecinos, aunque en ocasiones se extralimite “un pelín”.
Como en todos los pueblos del mundo, podría faltar un templo o iglesia pero lo que nunca falta es un bar. En este caso se trata del "Brick", regentado por otro importante personaje: Holling, un veterano descendiente de franceses, que lleva toda su vida dando tumbos por los bosques de Alaska, y que finalmente se ha establecido como empresario hostelero en el pueblo, y sienta cabeza con una chica muchísimo mas joven que el – la guapísima e ingenua, o no tanto, Shelly - , chica que por cierto le "birla" a su amigo Maurice, que fue quien la llevó al pueblo con la intención de casarse con ella. Este hecho hace que durante muchos capítulos ambos personajes no se hablen, aunque tienen que cruzarse constantemente en ese pequeño micro-universo que es Cicely, provocando infinidad de situaciones tan tensas como hilarantes.
La galería sigue y sigue, pero si tuviese que contar los pormenores de cada personaje, posiblemente en lugar de unas impresiones en mi blog, me saldría una novela, cosa que no tendría sentido, ya que seria estúpido escribir sobre unos personajes que ya están más que vivos en una obra como es esta. Los nombraré someramente, esperando dejar la suficiente curiosidad en quien lea esto como para que decida visionar esta joya:

Chris, el ex-convicto rehabilitado, que se encarga de la emisora de radio del pueblo, ejerciendo en ocasiones de improvisado narrador, mezclando su peculiar filosofía de la vida, con una estupenda música.
Ed, un joven nativo cuya principal ocupación es hacer de chico-para-todo a Maurice, pero cuya gran pasión es el cine (de hecho, en la ficción de la serie, Ed se cartea en ocasiones con conocidos directores como Allen, Scorsesse, etc, que le dan consejos para iniciar su futura carrera).
Ruth Anne, la anciana tendera siempre dispuesta a ayudar a cualquiera que se acerque por su pequeño colmado.
Y, cómo no, un personaje singular, que te atrapa, aunque a veces nos desespera a todos como al doctor Fleishman - desde el primer capítulo: la oronda nativa Marilyn, que ejerce de recepcionista en la consulta del doctor - con la frontal oposición inicial de este - y cuyos silencios y monosílabos hacen que poco a poco vayamos tomándole un cariño tan desmedido como su propia figura.
Por supuesto hay mas personajes, algunos secundarios y otros puntuales, que aparecen en determinados capítulos y desaparecen sin más, o vuelven a surgir más adelante, y que forman esa compleja tela de araña de relaciones inter-personales que conforma esta maravilla escrita para la televisión.
Todo este entramado de personajes - o más bien me gusta pensar en ellos como...personas -, con sus normales excentricidades, sus conversaciones que mezclan lo banal con lo cuasi-filosófico, se interconecta con una sucesión de maravillosos paisajes, y con una banda sonora sugerente - empezando por la propia sintonía principal de la serie, que ya nos deja cautivados desde el primer minuto - y siempre apropiada. Y si no me creéis, ved el ultimo capítulo de la temporada cuarta, donde una maravillosa canción de Enya acompaña a la inauguración de una estrambótica escultura luminosa realizada poco a poco por el excéntrico Chris. Una verdadera obra de arte de la televisión, sin lugar a dudas.
Me entristece muchas veces como muchos de mis amigos/as, cuando les hablo de estas maravillas me sueltan esa frase de "yo es que no veo series de TV". Claro, cuando alguien con un mínimo de cultura y sensibilidd enciende la televisión y se encuentra con cosas como "Aida", o con "Aqui no hay quien viva", es normal que rechace frontalmente ver una serie de televisión. Pero quedarse ahí es un error. Es como si lo primero que uno se lee fuese - por poner un ejemplo reciente y bien conocido - ese estúpido libro de las "Las 50 sombras de Grey", o literatura similar, y en lugar de seguir buscando algo para leer soltase ya siempre un tajante "yo es que no leo libros". Pues, amigo, te estás perdiendo millones de maravillosas novelas. Pues bien, reivindico desde aquí las buenas series, y la televisión en general. Otra de esas frases muy de moda últimamente es "yo es que no veo televisión". Si, quedas muy bien, es como muy "chic", muy "alternativo", muy super-mega-culto, pero...¿qué es la televisión?. Es un aparato rectangular que emite imágenes, no es más que eso. ¿Te gusta el cine?, pues amiguete...por ahí emiten películas, obras de arte indiscutibles, que lo son en una pantalla grande de un cine, pero lo siguen siendo en la ya no tan pequeña pantalla de nuestros actuales aparatos. ¿Te gusta la música? Ah, pues te aseguro que si sabes buscar, también a veces emiten muy buenos conciertos, ya que ni siempre podemos acudir a verlos en directo, que sería lo deseable. Llevo todo el verano disfrutando de estupendos conciertos de jazz de los festivales de Vitoria y de San Sebastian. Y los emiten por La 2. Eso sí, a altas horas de la madrugada, no sea que la cultura con mayúsculas llegue al pueblo llano, y nos dé por pensar a todos, que sería harto peligroso. Pero…¿para qué se ha inventado ese magnífico botón llamado “Timer” en nuestros aparatos de grabación caseros? Es cuestión de seleccionar, de no dejarse atrapar por la mierda que emiten en los horarios de máxima audiencia, de usar la tecnología en nuestro favor. Podemos grabar nuestros programas favoritos y verlos cuando nos plazca, y saltarnos fácilmente la publicidad. Así podríais ver maravillas como esta, como las antigua y maravillosa "Yo, Claudio", fenomenal adaptación de la novela de Graves, o como "Seinfeld", la mejor sit-com de todos los tiempos, como "Monk", esa inteligente serie de detectives, o como la reciente "Treme", que nos cuenta la tragedia del Katrina y New Orleans al ritmo de buen jazz.
Concretamente "Northern exposure" la estoy viendo gracias a que se consigue fácilmente por internet, y además no es ilegal, ya que es una serie varias veces emitida por distintas televisiones, y que cualquiera puede tener grabada y reproducir cuantas veces quiera.
Total, que gracias a eso mi final de verano se está "refrescando" enormemente. Y no solo por los maravillosos paisajes nevados que estoy disfrutando, ayudado, eso sí, por el aire acondicionado del salón de mi casa, sino por la cantidad de diálogos igualmente refrescantes, rayanos a veces en la filosofía, con ingenio e imaginación, y con una magnífica realización. Si alguno cree que no debe ver la televisión, pues peor para él. Pero si, lo reconozco, YO SI VEO LA TELEVISION, no me avergüenza decirlo, pero creo que no me domina, sino que yo la he domado para que sirva a mis intereses. No es tan difícil, os lo aseguro.

Por cierto, como complemento a mi comentario a esa estúpida traducción en nuestro pais del titulo de la serie, os recomiendo este blog, en el que tratan ese tema, con infinidad de ejemplos - sobre todo en peliculas -, y con un gran sentido del humor: http://www.taringa.net/posts/humor/1558422/Las-Peliculas-y-sus-Titulos-mal-Traducidos_.html

lunes, 13 de agosto de 2012

Que fue del british pop. Sobre la ceremonia de clausura de los JJOO de Londres

Que fue del British-Pop 
(o "Mis impresiones sobre la ceremonia de clausura de los JJOO de Londres 2012")

Andaba yo preguntándome esta mañana que habría pasado si anoche, 12 de agosto de 2012, hubiese sido el día elegido por esos tan esperados seres de otro planeta - extraterrestres, marcianos, "E.T´s" de esos mundos del señor - para recalar en nuestro planeta. Puestos a juguetear con la imaginación, me da también por pensar que esos supuestos seres, que siempre consideramos mas inteligentes que nosotros, deben conocer mucho antes que en nuestro planeta todos los adelantos técnicos, pero también los artísticos.
Y así como nosotros gustamos de deleitarnos con el arte de las antiguas civilizaciones, también ellos venían con la ilusión de degustar un poco de lo nuestro. Tras estar al acecho durante varios meses, e interceptar todas nuestras comunicaciones gracias a esos satélites que tenemos pululando por el espacio sideral, los hombrecitos verdes (tienen que ser de ese color y no de otro, tantos escritores y directores de cine no se van a equivocar) eligieron para su aterrizaje el dia en el que los terricolas celebraban una gran fiesta, cuyas lucecitas ya venían observando desde sus naves desde hacia quince días. Gracias a sus espías - pues claro que los tienen, estamos rodeados - ya estaban informados: se trataba de una ceremonia que clausuraba unas competiciones deportivas a nivel de todo el territorio terrícola, y justo se celebraban en una pequeña isla donde sus informes les revelaban había surgido entre los años 60 y 70 uno de los estilos artísticos mas interesantes: la música pop. Sus informadores les habían prometido que por fin iban a poder ver en directo eso que tanto había cautivado a los mas sensibles de su planeta artísticamente hablando, ya que al parecer dicha ceremonia iba a estar dedicada "en cuerpo y alma" a la música, pero especialmente a la música de ese islote, al que los terrícolas llaman "la Gran Bretaña" (otros la llamaban la pérfida Albión, pero ya hace tiempo que no se usa esa denominación, aunque a mi...me están dando ganas de recuperarla, tras lo que pude ver).
Pues bien, la nave que llegaba como avanzadilla se acercó lentamente, usando su tecnología de invisibilidad robada hace años a un pariente de Harry Potter, sin pagarle royalties - se posó sobre ese extraño ovalo luminoso, y los mas privilegiados hombrecillos verdes se arrepanchigaron en sus sofás intergalácticos, destaparon unas botellas de zumo de estrellas destilado y abrieron sus bolsas de panchitos (si...de eso seguro que hay en todas partes), y de dispusieron a disfrutar de ese espectáculo.
Un amigo mio científico - hay que tener amigos en todas partes - me ha dicho que sobre las 02:00 de la madrugada han podido interceptar algunos mensajes en un dialecto extraño desde un objeto no identificado que salia pitando de la atmósfera terrestre, y aunque no han podido dar una interpretación completa...las palabras "horterada", "casposo" así como la frase "y los Rollings donde estaban??" figuran entre lo descifrado con no poco esfuerzo.
No se si habrá pasado así, pero podría haber sido como lo cuento. Yo soy terrícola, y aún estoy aterrorizado.
Empecemos por el principio. Cuando se iba acercando el final de los JJOO comencé a oír por los medios que la ceremonia de clausura si que iba a ser verdaderamente una fiesta musical, una celebración de la música británica, del mejor pop y rock, hecho por los que mas saben de eso, por sus inventores.
Reconozco haber disfrutado a ratitos con los deportes pero, amigos, lo mio es la música, y si los JJOO de Londres me regalaban un gran concierto, con despliegue de medios y con buenos músicos en el escenario, un servidor no se lo iba a perder. A mi mente venían retazos de aquellos fantásticos conciertos de los 70 y 80 (los de Kampuchea, con los Wings, Who, Costello, etc, o los del "Live Aid" organizados por Bob Geldof, con la flor y nata del pop-rock ingles y americano), y con los que siendo un adolescente pude disfrutar viendo en directo a algunos de mis ídolos, por la pequeña pantallita de las teles de esa época, claro.
Así que, al igual que los extraterrestres en su nave, me recosté yo en mi sofá sobre las 22:00 horas, seguro de disfrutar de un buen espectáculo, y sobre todo para saborear buena música hecha en directo, que es lo que, como diría Manolito Gafotas, mas me gusta del mundo mundial.
Pero lo que ante mis ojos pasó anoche fue un verdadero bodrio populachero y vulgar, que a mi entender no refleja ni en un 1% lo maravilloso del tan llevado y traído "Britpop".
Tras el comienzo de una melosa cantante cuyo nombre no puedo recordar, y que creo que desafinaba bastante - seguramente no por su culpa, sino por una mala audición de su referencia respecto al pianista - el primer golpe impactante de la noche fue la aparición de Ray Davies. Virgen santísima. Cuando su perfil apareció en el coche que lo llevaba hasta el escenario, pensé que era Camilo Sexto maquillado para una película de Tim Burton. Joder, me asusté de verdad. Admiro un monton a Davies y a los Kinks (su disco "Lola versus powerman and the moneygoround" esta entre mis vinilos favoritos). Ademas, si la cosa se hubiese quedado en su aspecto, no tendría importancia. Al fin y al cabo le daba un airecillo a McCartney - al que tambien le ha dado por ponerse el pelo teñido de "henna" de esa, o como se diga, y su aspecto suele ser lamentable. El problema es que el hombre se ve que ya no está pa cantar, ni casi para nada.
Además, justo ahí me di cuenta de lo que iba a ser precisamente el mayor martirio de la noche: el sonido. ¿Cuantos millones de euros se invirtieron en la realización de ese evento?. Joder, ¿a nadie se le ocurrió comprobar como se escucharía en una televisión?. Penoso, penoso...y penoso elevado a la enésima potencia...y porque no hay mas. En casi toda la noche no fui capaz de distinguir unos instrumentos de otros. Sonido ambiente practicamente. Lamentable. A partir de ahí...todo fué cuesta abajo. Las "viejas glorias" se alternaron con las "nuevas promesas", y a cual mas cutre en su paso por semejante desatino de espectáculo. Por ahí deambularon los Pet Shop Boys - que jamas me gustaron, la verdad - , los Madness, con su english-ska, un macarra George Michael canturreando "Feedom", uno de los hermanos Gallager cantando Wonderwall (creo que Liam, es que no los distingo, me caen igual de antipaticos ambos), los Elbow - que en disco suenan bien, pero anoche...no se exactamente que cantaron - Annie Lenox - la rubia de Eurythmics, encaramada a un barco, una especie de super-grupo montado al efecto, con un pelirrojo desconocido para mi - y me temo que para casi todos - un Nick Mason que ya no puede con las baquetas y un Mike Rutherford impasible a la guitarra, para hacer un descafeinado "Wish you were here", etc.
Cada uno haciendo un "numerito" muy plastificado.
Referencias a los beatles si que las hubo, cada dos por tres, aunque bastante desafortunadas en su mayoria. Mucho mas me gustó la interpretación del "Hey Jude" de McCartney en la apertura, bien tocado por su banda, sin videos ni gilipoyeces. Eso es lo mas autentico y cercano que uno puede escuchar del espíritu "beatle". Puro rock en directo, como debe ser, y con buen sonido (mire vd. ese día si que sonaba bien).
Por cierto, referencias a los Rolling, al menos en lo que yo vi - que fué casi todo - nasti de plasti. ¿Que pasa? ¿que "sus satanicas majestades" siguen siendo "non gratos" para la clase media-alta britanica? ¿A estas alturas?. Pero vamos, si hasta en España hemos terminando aceptando a Ramoncín y llevandolo a todas las tertulias y dandole curro en la SGAE, y eso que en sus inicios se meaba en el público y les tiraba huevos Estos británicos son la leche.
Para colmo, y como para estar a la altura de las circunstancias, nuestros comentaristas se cubrieron de gloria en varias ocasiones, demostrando que seguian el guion que la organización les paso un ratito antes, y que en cuanto se despistaban...ya no sabian ni de quien hablaban, por no comentar su pronunciación en ingles. Un amigo me comentaba en directo "via Facebook" que con la crisis y tras la muerte de Uribarri, ya no les quedan expertos en musica en RTVE. Buenisima observacion. Seguro que no es así, pero...donde estaban anoche, ¿¿¿por favor???. Por mencionar dos perlas: mientras un tio con barbas - segun ellos una especie de Buenafuente britanico - cantaba "I´m the walrus", de los Beatles, una de las comentaristas se empeñaba en que ese era el tema principal de la pelicula "Charlie y la fabrica de chocolate", que era el que justo habia sonado antes. Vamos, que se habia saltado una linea..y estaba "pifiandola" con uno de los temas mas emblematicos del cuarteto de Liverpool. Tambien resultó que anoche nuestros comentaristas se empeñaron en hacer a los Bee Gees australianos de pura cepa. Toma ya. ¿que no sabeis consultar por lo menos la Wikipedia, criaturas?. Los Bee Gees son britanicos, aunque sus papás los llevasen de jovencitos a Australia, y comenzaran alli su carrera. Además, si no hubiesen sido ingleses...¿creeis que hubiesen incluido una canción suya en la bonita gala?.
A esas alturas estaba yo preguntandome que narices (por no decir otra parte de la anatomia mas contundente) hacia yo viendo semejante esperpento. Y ... como si estuviesen leyendome el pensamiento los realizadores de semejante ataque al buen gusto musical, me dispararon a "bocajarro" y aparecieron las "Spice girls", como si de las mas grandes figuras de la música britanica se tratase. Mi mente repasaba a cien por hora los genios musicales que Inglaterra ha dado al mundo, Beatles aparte (los Genesis, con Peter Gabriel a la cabeza, los Rollings, Clapton - que hay quien dice que es dios...y yo a veces casi me lo creo, Elton John, el maravilloso Bowie - que tuvo unos segundos en video - Jethro Tull, Yes, yo que se...si es que empiezo y no acabo. Pues bien, ahí estaban: las Spice girls, en su cochecitos, enseñando cachas que ya algunas ni conservan en buen estado.
Respiré profundamente y me prometí a mi mismo que en cuanto saliesen los prometidos Queen, me iba a la cama si o si. Y salieron. Bueno...digamos que salieron unos Queen-light, con un Brian May que sigue tocando bien la guitarra, como siempre, y con un gordinflas Roger Taylor a los tambores. Pare Vd. de contar. Y todo para hacer un "We will rock you" con una chica bastante buenorra que imagino ha salido del "Operacion Triunfo" a la inglesa y que no le llega a la suela del zapato a Freddie. ¡¡¡ Ahi es donde tenian que haber metido el video, por dios!!!.
Ya está. No se en que momento los extraterrestres se batieron en retirada, pero la mia fué ahí. No pude mas. Eso no era el pop britanico que yo conocia. Bueno, tampoco podria decirlo con mucha seguridad, porque el nefasto sonido me impidió saber si hubo algun momento brillante musicalmente hablando, aunque lo dudo.
Quizas uno de los únicos momentos medianamente digeribles de la noche fué la aparación de Eric Idle, mi Monty Pyton favorito, y su surrealista interpretación de la famosa canción "Always look on the bright side of life", de la banda sonora de "La vida de Brian". Por lo menos pude sonreir un ratito.
Imagino que la organización solo pudo contar con los artistas que se prestaron a este repelente show, y por tanto la gran mayoria de músicos britanicos con un pelin de dignidad dijeron que no. Y, ojo, no digo que los que estuviesen no la tengan, que respeto a muchos de los que actuaron anoche, pero desde luego ayer la perdieron un ratito casi todos. En los musicos perder la dignidad está a la orden del día, que nos lo digan a los que a veces tenemos que tocar "en la BBC", y en este caso los músicos que lean esto saben que no me refiero a la cadena británica precisamente. Asi que el que esté libre de pecado...que tire la primera nota. Bueno, seguro que los que dieron el "si" piensan que el imperio británico se lo agradecerá algun día, rebajandoles un pelín los impuestos, por ejemplo.
Despues me ha contado mi hija que al ratito salieron "The Who" a cerrar el show. Una de mis bandas favoritas. Creo que voy a pasar de buscarlo por la red para verlo. Despues de lo soportado anoche, hoy no tengo el cuerpo pa clausuras.

martes, 12 de junio de 2012

Volvamos al "tam tam"

Volvamos al "tam tam" (o...la pesadilla naranja)


Había oído hablar de ello, de el calvario que supone darse de baja en una compañía telefónica. Si, me lo habían contado, pero hasta que no lo estoy sufriendo "en mis carnes" no quería creermelo.

Imaginen que le hubiese parecido a nuestra abuela si un día cualquiera que decidiese comprar en la tienda de ultramarinos de la calle de al lado, y el dueño de la de su calle, en la que llevaba comprando toda la vida se lanzase a insultarla y amenazarla sin tregua, a la par que su mujer - esa que siempre estaba en la caja registradora - se turnase con él para ofrecerle el kilo de patatas por mucho menos que la tienda de la competencia, y así convencerla de su vuelta. Seguramente a ese tendero le hubiese llovido alguna que otra merecidisima ostia por parte de nuestro abuelo. Pues bien, hete aquí que ahora, indefensos de nosotros, no podemos darle una buena "somanta" al responsable de marketing de la compañia "que toque", por mucho que se la merezca.
En mi caso, hablamos de Orange, aunque podia ser cualquier otra. Doce años con ellos, primero con tarjeta y luego con contrato, con dos lineas. Ni una factura devuelta, ningún problema con nosotros. Poca atención por su parte, eso si.  Regalos, ninguno, solo lo que nos correspondían por los puntos que toda compañía te va acumulando gracias a engordar sus arcas con tus llamadas.

Hace poco, comprobando previamente que teníamos finalizado nuestro compromiso de permanencia en ambas lineas, decidimos tantear el mercado, como todo hijo de vecino, en el uso de esas supuestas libertades de las que gozamos. Pero, oh ignorantes e ilusos de nosotros, decidimos comenzar por nuestra propia compañía: Orange. Llamamos varias veces a sus telefonos de atención al cliente pidiendoles una buena oferta, y siempre nos dan largas "Nos llamará uno de sus operadores". No se produce esa llamada. claro. ¿para que?. Solo somos unos muy antiguos clientes, fieles a la compañía durante doce años, que posiblemente estén tanteando, pero que finalmente harán como siempre, se quedaran con ellos.

Pero en esta ocasión nos da por seguir, y el resto de compañias...¡¡¡ SI que nos llaman !!!, claro. Movistar y su 1004, por ejemplo, se convierte en compañero inseparable de nuestras vidas durante este ultimo mes, desde que les pedimos información. Pero seguimos mirando y seguimos esperando a que nuestra propia compañía, los naranjitos, nos llamen. Estamos seguros de que nos llamarán, será que están un poco liados, ¡pobres!.

Finalmente, viendo que va a ser que no, nos vamos a "The Phone House", una tienda donde, al menos, te atienden personas humanas, de carne y hueso, y que no hablan diciendo "Informarle que..." o "Puedo ayudarle en alguna cosa mas, guey?", con voces totalmente robotizadas. Alli nos informan bien de las distintas opciones y teléfonos, y decidimos pasarnos a Yoigo, con unas determinadas condiciones - que no vienen al caso - pero que claramente nos interesan. Ellos se encargan de tramitar nuestra baja en la anterior compañía y alta en Yoigo, y nos aseguran que no tenemos que hacer nada mas.

Pues bien, de repente el monstruo de Orange despierta. En dos días hemos podido recibir 15 o 20 SMS cada uno en nuestro móvil. Ayer, sin ir mas lejos, recibo la llamada de una indignada operadora, sorprendida por nuestra decisión y porque yo no quiera escuchar su fabulosa oferta, que casualmente me quiere hacer ahora que tienen nuestra solicitud de baja sobre la mesa. Todo ello acompañado con la desfachatez de querer que le informe de mi tarifa contratada en la otra compañía, teléfono que me ofrecen, etc, datos que me niego a darle, porque ultimamente, mire usted, me ha dado por no querer darle datos personales el primer individuo que me llama a mi telefono (normalmente se los pido yo a él/ella, cosa que les jode tanto como les sorprende). Mi nivel de alucinación llega a altas cotas cuando me dice que "¿porque no la hemos llamando a ella antes". Me contengo para no decirle "porque no te conocía de nada hasta ahora, imbécil" o "a ti que narices te importan mis datos en la otra compañía". Me contengo, porque en el fondo aún me queda algo de educación. Pero se me va acabando, se me acaba, de verdad.

Al poco tiempo recibo un SMS insistiendome en que vuelva a llamar, para contactar con mi "asesor personal en Orange". ¡¡¡Ostias!!! ¡¡¡ Que tenia un asesor personal, y yo sin saberlo !!!  Manda cojones, señores de Orange. Con lo que hubiese presumido yo en la oficina con mi "asesor personal". Hasta podría haberle pedido que me entrenase un poco, a ver si pierdo un poco de barriguita, o que me recomendase alguna inversión en bolsa.

Paralelamente, mi mujer , ademas de las mismas llamadas, recibe en su móvil algún que otro SMS amenazante, advirtiéndole que seremos sancionados ¡¡¡con 170 euros!!! por no respetar la permanencia - si, esa permanencia que nos cumplió hace meses- , mezclados con otros en los que nos dicen que tenemos que llamarles para confirmar nuestra portabilidad. Ya sabíamos que no había que hacerlo, pero estos "hijosdelagranputa" hasta te hacen dudar. Continúan los SMS´s, y en un momento dado ya comienzan a advertir que llamemos de nuevo, que la oferta que nos van a hacer es INCREIBLEMENTE mejor que la de Yoigo. Ya saben tambien a que compañia nos vamos, mira tu. Ese es el momento en el que me gustaría meterles la Ley Orgánica de Protección de Datos por el culo, lo que pasa es que...no se exactamente donde tienen el agujero.

Todo este episodio - un episodio nacional mas, como los de Don Benito - realmente me hace reflexionar -, por eso lo meto en este mi blog de las reflexiones,claro - en cuanta inmundicia (ay, perdón,quería decir mierda) y poca moral existe en este tipo de compañias. Me imagino los cursos que les dan a sus empleados (ya se que no tienen la culpa, pero son la cara visible de los individuos deleznables que tienen por encima) en los que les enseñan todas estas asquerosas técnicas de venta, de chantaje, de podredumbre comercial llevada al extremo. Me estoy quedando corto, pero no tengo tanto vocabulario ni habilidades literarias como mi admirado Perez-Reverte, que para estas cosas se las pinta solo. La cuestión es ¿hasta donde va a llegar esta costumbre, estos abusos y esta política de empresa que trata con "la punta del pie" a su cliente antiguo, y le da besitos en el trasero al nuevo?. Supongo que esto es un camino sin retorno, y que iremos a peor. Posiblemente llegue algún día en que tendremos que contratar algún servicio de seguridad privada para protegernos de posibles agresiones personales cuando decidamos cambiar de compañía telefónica. Llegará, como tantas otras cosas que antes nos parecían disparatadas, y ahora sobrellevamos como podemos. Espero no verlo. A veces deseo que esto explote y...volvamos al "tam tam", ¡¡¡ que leches !!!

miércoles, 30 de mayo de 2012

¡¡¡ A la hoguera con él !!!

Javier Krahe en el juzgado , 29 de mayo de 2012

Se está hablando mucho estos dias del juicio en el que anda metido el amigo Javier Krahe por, segun la acusación, "ofensa a los sentimientos religiosos".
Me enteré por casualidad ya que mi hermana, que vive en Madrid, se acercó - como otros muchos - a apoyarlo a la puerta del juzgado, y como soy admirador del arte de Javier desde los tiempos de la Mandrágora, me ha dado por bucear un poco en todo este disparate.
Resulta que en el 1977 Javier, con un amiguete, hizo un cortometraje llamado "Como cocinar un cristo", en el que en tono jocoso contaba, cual Arguiñano, como hacer un buen asado con la figurilla. Y ya está. ¡¡¡ Ahi está el delito!!!!
España: pais demócrata, estado aconfesional, dechado de libertades. ¡¡Pollas en vinagre!!!
Hay un español en sentado en un banquillo por semejante estupidez y aqui seguimos como si no pasara nada.
Hay un juez, o un grupo de jueces y funcionarios en este pais que han dado crédito y admitido esa denuncia. Hay una asociacion (los tal "Centro Juridico Tomas Moro") que se entretienen en estas sandeces, pero con tan mala baba que están haciendo pasar por esto a uno de los tios mas honrados, pacíficos y geniales que tenemos en este puto pais.Torquemada estará dando saltitos en su tumba (si es que cuenta con el espacio necesario).
Ayer escuchaba en la radio a un jurista que mencionaba "noseque" ley o normativa que exigia el respeto a todas las creencias religiosas, pero puntualizó que tambien se debia respeto a las "no creencias". Efectivamente. ¿Quien respeta a los que no creemos en nada?. Porque, por poner un ejemplo, cada semana santa tenemos que aguantar esas demostraciones religiosas que aqui se acogen con tanto fervor, pero que en otras culturas darían lugar a mas de un éxamen psiquiatrico de sus participantes. Vale, no me molestan mucho, paso por al lado ,y como soy respetuoso, no hago mucho caso, aunque usen las calles de todos. Pero..amigos..lo mismo un dia me cabreo, y los denuncio tambien, por ofensa a mis sentimientos laicos, ¿no te jode?
Anoche estuve viendo el documental "Esta no es la vida privada de Javier Krahe", que muestra como este cantautor lleva años recorriendo España, con su genialidad y su irreverencia, alegrandonos un poco esta estúpida vida. En ese documental precisamente aparecen las imagenes del ya tristemente famoso "cristo cocinado", causantes del este disparate.
Todos estos denunciantes se ve que no tienen inteligencia mas que para comprender las imagenes, porque si les diera el coeficiente intelectual para analizar muchas de las letras de Krahe, se habrian sentido ofendidos hace mucho mas tiempo. Pero, amigos, parece que aqui se olvida lo de la libertad de expresion, la libertad de credos, etc. Nos escandalizamos de la condena a Salman Rushdie, o las amenazas a los dibujantes de Mahoma, y aqui tenemos a Krahe en un banquillo de los acusados por algo exactamente igual.
Mientras tanto, miles ...cientos de miles, mas bien, de verdaderos delincuentes, chorizos, mangantes, banqueros, politicos (todo estos son sinónimos, me estoy reiterando) andan contentos por las calles, o por los bancos, o por los palacios, incluso.
Como canta Javier en una de sus canciones mas famosas...dejadlo...que el prefiere ¡¡¡ la hoguera, la hoguera, la hoguera !!!. ¡¡¡ A la hoguera con él !!!!
=========================
Fotografía: EFE/Paco Campos

sábado, 11 de febrero de 2012

Paul se nos hace mayor, ¿y que?

Paul McCartney, Kisses on the bottom (2012)



Los que me conocen bien saben de mi debilidad por Sir Paul McCartney, debiendo desde mi tierna adolescencia superar las críticas y mofas de los que tildan a Paul de meloso, remilgado y hortera, dejando de lado lo verdaderamente importante cuando de música se trata: la música en si misma. Pues bien, me temo que se avecina otra nueva época dura para los que amamos la música de este Beatle, debido a su nuevo trabajo, al que ha llamado "Kisses on the bottom".



Y digo esto porque para los detractores de McCartney este disco va a ser la excusa perfecta para su linchamiento artístico inmediato. ¿y porque?. Pues porque este es un disco básicamente de standard de jazz, y además muy antiguos, muy románticos. Lo que yo digo: nuevamente se elevarán airosas las voces de los "indignados de la musica", que gritarán: "yo siempre dije que este tío era un hortera", "está viejo y ya no sabe que hacer para llamar la atención", y un largo etcetera.


Pues nuevamente, y aprovecho este foro - que no se si alguien leerá - me pongo la camiseta con la "P" de Paul, y me transformo en un super-heroe defensor del buen hacer musical.


Y es que este disco, a mi juicio - y lógicamente es mi particular opinión - es una nueva demostración de que Paul es capaz de abordar cualquier estilo musical y salir airoso. Es mas, en este caso creo que no solo aprueba, sino que saca nota.


No creo, sinceramente, que a estas alturas el señor McCartney cuando aborda un nuevo disco piense en dolares, comercialización del mismo, giras mundiales, fama y prestigio. Si todo eso ya lo tiene, y multiplicado por mil ¿que falta le hace?. Yo creo que piensa en hacer lo que le apetece, y en este caso es posible que si, por estar ya mayorcete - que no es ningún crimen, todos llegaremos, ya vereis!! - ha hecho algo muy natural: volver a su infancia, a esas melodías que sonaban en su casa del Liverpool de finales de los cuarenta y la década de los cincuenta, y que su padre y sus tíos escuchaban en la radio, o en algún vinilo. Esas canciones que están en la memoria de mucha gente, incluso mas jóvenes, porque cuando se ha escuchado mucha música uno se da cuenta de que realmente donde se ponga una buena melodía, que se quite lo demás. Así que el bueno de Macca se puso a pensar y le vinieron a la memoria temas tan conocidos como el "It´s only a paper moon", o "Bye bye blackbird", que han sido interpretados por casi cualquier jazzista que se precie. También otros menos conocidos para el gran publico, pero que para el seguro que evocaran felices recuerdos de su infancia. Temas como el símpatico swing medio que abre el disco, "I´m gonna sit right down and write myself a letter", original del gran Fats Waller, o el "Home" de Sam Cooke. Yo reconozco que no los conocía todos, pero es que es realmente difícil conocer al dedillo el inmenso cancionero americano de los 30, 40 y 50, aún siendo músico de jazz.


Pero si que me ha tocado mi fibra sensible la inclusión de una canción, en la versión Deluxe del CD, precisamente por los recuerdos que a mi me trae, y haciendo que la historia se repita, ya que en este caso se trata de un tema del propio McCartney, compuesto por él a finales de los setenta: "Baby Request". Allá por el 79 yo me compré, juntando ahorrillos, mi primer disco de Paul en solitario, concretamente con los Wings, y que precisamente fué el último que grabó con esta formacion: "Back to the egg". Yo tenia escasamente trece años en aquel momento, e iba descubriendo, con dificultad, las maravillas que la música ofrecía. Ese disco, que en gran parte era muy del estilo Wings, mezcla entre el pop y el rock, se cerraba con una canción que me sorprendia: "Baby Request". Recuerdo que en esa época yo no sabia porque, pero algo me decía que se salia del estilo del disco. Comenzaba con una intro de guitarra, muy limpia , y se desarrollaba como una balada, pero la instrumentación me resultaba extraña, para alguien que solo escuchaba pop y rock en aquel momento: piano acústico, un bajo que sonaba especial y una batería que sugería el ritmo, con suavidad. Posiblemente fue lo primero que yo escuchaba con una instrumentación y armonia evidentemente jazzistica, genero musical que años despues descubrí en toda su plenitud y que hasta la fecha no deja de sorprenderme y de hacerme feliz. Pues ahí estaba, en la ultima canción de la cara B de un vinilo del señor McCartney. Y aquí vuelve a estar, en su nuevo disco en el 2012, una versión de ese tema que me ha emocionado nuevamente, comprendiendo porque en su día me fascinó tanto.


Volviendo al disco, lo que tiene ser la figura mas importante de la música popular del pasado siglo y lo que llevamos de este, es que puedes permitirte muchos lujos, y Paul los aprovecha, así que para grabar esta maravilla se ha rodeado de expertos en hacer jazz cálido y añejo: Diana Krall y sus músicos - supongo que además, por la gran amistad que lo une con el marido de Diana, Elvis Costello, desde hace años. Que en el disco también colaboren Eric Clapton y Stevie Wonder es un pequeño regalo mas para nuestros oídos. Si no hubiesen estado, el disco seria igual de bueno, pero están y eso lo hace aún mas valioso.


Por tanto, y por si alguien tras leer esto aún no se ha dado cuenta, estoy encantado con esta nueva obra de Paul, y la recomiendo fervientemente. Para nada, como he leído en algunas criticas, creo que sea un buen disco para sonar de fondo durante una velada romántica - aunque en caso de que se os de esa circunstancia, seguro que os ayudará a triunfar -, sino que es una colección de preciosas canciones, tocadas por muy buenos músicos y cantadas por uno de los artistas mas completos de los últimos 50 años. Que Paul está mayor, pues si. Pero mis padres también, y no por eso los quiero menos. Así que no os perdáis estas pequeñas joyas por algunos estúpidos prejuicios. Disfrutad de este tranquilo y jazzistico McCartney, saboreadlo y sed felices con su música.